—¿Recuerdas
la historia de José? Sí, aquel judío que fue vendido por sus hermanos, que supo
interpretar los sueños del faraón. Que sí, hombre, el de las vacas flacas y las
vacas gordas. Le nombraron algo así como Jefe de Gobierno y ordenó que en los
siete años de abundancia los campesinos le llevaran la quinta parte de las
cosechas. Pues tienes que recordarlo, caray. Luego, al llegar la sequía, en vez
de dar el trigo a los egipcios se lo vendió y cuando se acabó el dinero se hizo
con el ganado, la tierra y los redujo a esclavos a cambio del grano. ¿No lo
recuerdas? ¿A qué catequesis fuiste? Solo se libraron los sacerdotes. ¿¡Cómo no
lo vas a recordar, hombre!? Pues eso, que el tipejo, todo un depredador, es
elogiado en... Yo creo que me estás tomando el pelo, que sí sabes de quién
hablo.
—Pues tío, creo que sé de quién
hablas, pero lo que me despista es eso que dices del faraón y Egipto.
***
Esta es mi aportación a la segunda jornada de la convocatoria
“La primavera de microrrelatos indignados 2013” . Si quieres leer más
indignados, pon tu molotov AQUÍ
***
Pues sí que despista lo de los egipcios, o el José se reencarnó en un montón de hijos de su madre que están aquí ahora.
ResponderEliminarMuy bueno, sí señor Ximens.
abrazos
Jjajajajajajaja plas, plas, plas...
ResponderEliminarGracias Ximens por las risas :)
Besos indignados desde el aire
Entre faraones y Egipto, sin ir más lejos, la realidad está a la vuelta de la esquina.
ResponderEliminarRecibe mis saludos.
Pues sí que nos tienen jodidos... Ni para educación básica.
ResponderEliminarMuy bueno :-)
Bravo Ximens... y yo que no quería creerme que la historia se repite una y otra vez... gracias por las risas... son caras últimamente y tú nos las regalas.
ResponderEliminarLa historia se repite y... no aprendemos nada
ResponderEliminarJajaja, buena forma de contarlo Ximens. Ay, es que no nos sirve de nada leer historia, sea la que sea.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ácido, espectacular. Pues mira que me dejó pasmado lo de egipto... es que aquí en la Argentina tenemos varios de esos también, y sin embargo, no hay pirámides erigidas...(por ahora).
ResponderEliminarTremendo Ximens, tremendo.
ResponderEliminarReverencia.
Qué original, Ximens, recurrir al antiguo testamento para ver que no hay nada nuevo bajo el sol.
ResponderEliminarAbrazos
Pero qué bueno, Ximens, qué bueno. Qué ironía más fina la tuya. Genial. Sí señor.
ResponderEliminarUn abrazo.
Envidiable ironía, tal cual!. :)
ResponderEliminarEl bucle que no cesa.
ResponderEliminarAbrazos libres.
Tu ironía siempre es bien recibida, tus contactos literarios con la religión, también.
ResponderEliminarHaces que la sonrisa un tanto amarga se deje ver entre tus letras.
Besicos desde mi alambrada.
Nos haces sonreír y reflexionar, triste comprobar que hay cosas que desgraciadamente no mejoran.
ResponderEliminarBuena aportación.
Un abrazo.
Muy irónico, ¡sí, señor!Y aquí estamos, lo único que cambia es que el tal José ahora viste traje, pero la misma calaña y el mismo comportamiento.
ResponderEliminar¡Menudo aprendizaje tienen en la Biblia!
Besitos
Hilaste fino, Javier. Máxima exposición de tu fina ironía.
ResponderEliminarAbrazos.
Me vas hacer echar otro vistazo (¿o nunca he echado ninguno a esas historia?). Es lo que tiene el boca a boca (además de salvarnos la vida en alguna ocasión), que puede ir evolucionando y adaptándose a los tiempos...
ResponderEliminarBueno, muy bueno. Con humor inteligente, sutil, los mensajes adquieren otra atmósfera, un estadio muy humano.
Un abrazo grande.
Ximens, ¿es un microrrelato de ciencia-ficción o histórico? No hace falta que contestes, que lo hagan esos dos personajes que tan bien has caracterizado, que por culpa de los recortes que tanto nos ahogan, ya no saben ni en qué día viven, como para pedirles que sepan de historia.
ResponderEliminarBuen reflejo de una triste realidad.
Abrazos.
Bueno, seguimos sin mejorar muchos siglos después. Lo que pasa es que el tal José sabe cómo adelantarse a todos y metérnosa doblada en el presente. Un abrazo.
ResponderEliminarBárcenas... me dejo cortar el cogote. Un abrazo, Ximens
ResponderEliminar¡¡Muy bueno Ximens!!, ahora que estoy con la catequesis y todo eso ...pues "observo" muchas cositas que en mi infancia no observé atentamente, y este micro me provoca una sonrisa a pesar de la realidad encerrada tras la ironía y el humor con el que lo has escrito.
ResponderEliminarBuenas aportación para la alamabrada primaveral. Un besote.
La historia se repite. Muchas, muchas, demasiadas veces.
ResponderEliminarBesos
La historia se repite, sobre todo porque construimos sobre ella y lo hacemos utilizando las mismas piedras de los escombros. Lo mejor es que siempre nos haces cotidiano lo trascendental, fácil de entender y por desgracia difícil de aplicar para cambiar lo que no nos gusta. Me ha gustado la representación que has hecho de ese momento en el que explicas algo y no terminan de coger lo que dices. ¡Qué desespero!, me pasa mucho, si.
ResponderEliminarSaludos, maestro.
¡Que cabrón! Seguro que fue también el que inventó lo de los talentos, eso de multiplicarlos o por lo menos llevarlos al banco para cobrar el interés...En la biblia es en el único sitio donde yo he visto que se castigue a alguien por devolver lo prestado...No era bastante, claro, había que inventar la usura.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho :D
Beso
Que pillin!!! Los sobres serian de papiro ¿no? ja,ja,ja. Bss
ResponderEliminarUn micro que resume -perfectamente- la historia de la historia. Lo importante no es que nos cambien los pastores, sino que dejemos de ser borregos.
ResponderEliminarUn abrazo, Don Javier.
La historia de nunca acabar: unos cuantos haciendo la puñeta a la inmensa mayoría.
ResponderEliminarNuestros faraones nos pegan los sablazos estableciendo tasas, impuestos y demás lindezas. Ganamos miseria, pero pagamos para mantenerlos a ellos como si tuviéramos toda la riqueza del mundo.
Bueno, pues que no se me olvide mandarte un beso con tanta indignación. Eso: un beso.
La de Josés que ha visto la Historia. Y aquí seguimos, con estos devergonzados.
ResponderEliminarBesitos
Sí que es verdad que me suena, pero ahora no caigo, a ver si haciendo memoria... Ximens me quedo por aquí. Te animo a visitar mi blog.
ResponderEliminarSaludos
Uy uy de aquellos barros vienen estos lodos , que semejanza con la actualidad y eso que han pasado años y año y años!!!!
ResponderEliminarGenial Ximens!!!
Un abrazo.
Me encanta. El final es genial. Enhorabuena.
ResponderEliminarHola, Ximens.
ResponderEliminarComo ya lo hemos hablado estamos condenados a repetir la Historia y todo por nuestra mala cabeza.
El micro es muy bueno y muy trabajado. Se nota que te documentas bien o que tienes una cultura bíblica muy extensa. De un modo o de otro, me gustó mucho y sobre todo el final.
Un beso.
El final, de lo mejor... condensa el micro.
ResponderEliminarEs que eres muy bueno Ximens, me ha encantado.
No te deseo suerte, escribiendo como escribes no la necesitas.
Gracias por tus consejos, ya he cambiado alguna cosilla, veré si acierto.
Un abrazo ¡maestro!
Como quien no quiere la cosa...
ResponderEliminarSaludos.
Recien descubri tu blog y me encanto, saludos.
ResponderEliminarTus lectores tienen en tu relato un bálsamo para afrontar la crisis económica, Ximens. Por otro lado, funcionarios como aquel de las Escrituras que describes campean por todos lados.
ResponderEliminarLos políticos siempre tienen a mano algún interpretador que disimule y hasta elogie sus (malos) actos.
ResponderEliminarQué sí, que desgraciadamente me acuerdo muy bien de tu historia...
Un fuerte abrazo!
Este no lo había leído en su momento y me parece una genialidad.
ResponderEliminar