(Pastor en su bicicleta por Teuku Jody Zulkarnaen)
Genaro
trabajaba en la tienda del duro y por eso se compró una bicicleta. Todo comenzó
cuando le robaron las ovejas. Con dolor se tuvo que marchar a la ciudad, le
dieron trabajo en un comercio que suministraba modestas prendas de vestir,
vendía a plazos, un duro al mes. Su encomienda era visitar los pueblos de la
comarca para llevar la mercancía que compraban por catálogo y cobrar el duro.
Para ello necesitó la bicicleta, aunque él no sabía manejarla. Los primeros
días no lograba mantenerse en equilibrio, resolvía ir andando y llevarla del
manillar, pero se le echaba la noche. Con tesón y coscorrones terminó por
dominar a la bestia, al poco tiempo alcanzaba el centenar de metros
zigzagueando. Si para ascender las cuestas añoraba el burro, en los descensos
empezó a disfrutar del placer de la velocidad. Una tarde, bajando una
pendiente, no pudo frenar a tiempo, se salió de la calzada, la bicicleta se
clavó en la cuneta y él voló por lo alto del terraplén, sobrepasó unas retamas
y fue a caer encima de un rebaño de ovejas que sesteaban. El susto fue tan
grande como la alegría por el reencuentro.
* * *
Con este microrrelato estoy participando en el concurso Esta noche te cuento en el que en homenaje a la Vuelta Ciclista hay que introducir el elemento "Bicicleta" en el relato.
AQUÍ podéis leer el relato en la página de los organizadores.