miércoles, 1 de febrero de 2017

Clamor africano

(Imagen tomada de la Red)

         África no puede repartir más pobreza y exige a Europa que aumente los medios para frenar a los emigrantes millonarios que buscan una vida peor.
Aunque la policía española realiza redadas en las lujosas urbanizaciones de Marbella, no puede evitar que permanezcan a la espera de poder cruzar en sus yates. Con dudosa legalidad, se han instalado en la frontera alambradas disuasorias con billetes afilados. En Marruecos los detienen, si consiguen identificarlos, fletan cayucos para devolverles, si no, los dejan en libertad.
Una vez libres, tratan de llegar a los países más pobres de África en los cuales existe una corriente de opinión en contra liderada por los partidos políticos que han luchado para depauperar el país. Un logro que ha costado muchos años para que ahora lleguen los europeos a disputarles la miseria. A favor están los movimientos humanitarios, aducen que ocupan los puestos de responsabilidad que nadie quiere y que lo deseable es invertir en Europa con sistemas de explotación similares a los africanos que les permita ser pobres por sí solos. Mientras tanto, va a ser muy difícil frenar a estas personas que lo tienen todo, menos el hambre.