jueves, 23 de marzo de 2017

«Un cocido de muerte» en libro, fotografía y audio


Con motivo de la entrega de premios del concurso Esta noche te cuento en San Vicente de la Barquera, el pasado 11 de marzo, además de la presentación del libro «microvuelos», el fotógrafo José Fco. Álvarez García nos entregó una fotografía como ilustración, bajo su mirada, de cada cuento.


Pinchad AQUÍ si queréis comprar un ejemplar del libro «microvuelos».


Si quieres recorrer la exposición «1 imagen, 200 palabras» de José Fco, AQUÍ tienes el enlace.



Si te apetece leer mi microrrelato, este es el enlace: Un cocido de muerte

Y si quieres que te lo lea yo, aquí me verás a partir del minuto 35' en el VÍDEO realizado por Rubén Ruiz.

lunes, 20 de marzo de 2017

«Sindu, el ferrón», finalista en el concurso La Ferrería de Cades

(Fotografía de La Ferrería de Cades)

La Ferrería de Cades, la Asociación de Desarrollo Rural Saja Nansa y los alojamientos rurales Sendero del Agua y El Molino de Bonaco organizaron un concurso de microrrelatos de hasta 120 palabras entre las que debía figurar los elementos: hierro, fuego y agua.
El verdadero premio fue poder visitar La Ferrería (video), una industria del siglo XVIII dedicada a extraer piezas de hierros directamente del mineral de mina mediante su horneado y moldeado a través de la energía que se obtiene del caudal del río Nansa. Junto a la Ferrería se ha restaurado también un molino harinero de río de la misma época. Os animo a una escapada rural a Cantabria y visitar las instalaciones funcionando.

Con este relato quedé finalista:

Sindu, el ferrón
Todos le daban por chiflado. Fabricaba las mejores herraduras de la comarca, pero las historias que contaba solo nos las creíamos los chavales que íbamos a la ferrería a escucharlas. Con los latidos del mazo y el respirar del fuelle de fondo, fraguaba las herramientas mazando con fuerza el rojo candente del hierro llevado por el fuego. Cuando templaba en agua, entre chisporroteos y vapores, hablaba de navegantes o de Aquiles, el de los pies ligeros. Al salir de la fragua, nos imaginábamos mirmidones que corríamos a tomar el pueblo armados con sartenes, escoplos y clavos.
Cuando marchamos a la capital, Sindu tuvo que cerrar. Ahora es un museo, mas en mi cabeza aún resuenan aquellos golpes, leyendas y correrías.

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Pincha AQUÍ si quieres leer los relatos ganadores y finalistas.


jueves, 16 de marzo de 2017

Ladrar mediterráneo

(Ilustrado por Paloma Casado)

Tantos días pasó en la playa ladrando hacia África que los payasos del circo, conmovidos, se lo llevaron en sus risas. Todo empezó meses antes con un «¡Que te vayas, perro bobo!», que le gritó quien había sido su amo desde que fuera cachorro. Luego le lanzó una piedra. Pero, al animal le daban lo mismo tanto las pedradas como el palo que acababa de tomar. Lo siguió durante toda la jornada, el joven hizo un gesto de desesperación y desistió de ahuyentarle. Cruzaron sabanas, pantanos y desiertos, durmieron bajo el cielo estrellado, compartieron la comida y llegaron a un bosque junto al Mediterráneo. Una noche, seis meses después, lo ató a un árbol, «Te lo dije, debiste quedarte en la aldea». Cuando a la mañana otros jóvenes lo desataron, corrió hasta la orilla y comenzó a ladrar hacia el mar. Los días pasaron y su amo no volvió, mas él no dejó de lanzar lamentos a las olas. Vagabundeando llegó al puerto, encontró un hueco en la valla. Acurrucado entre las patas de un caballo de cartón piedra cruzó el estrecho de Gibraltar. Cuando los feriantes acamparon, el perro corrió a la playa y prosiguió aullando al mar.

sábado, 4 de marzo de 2017

Que no te engañen

(Foto del álbum de familia Comas, 1922)


Esta fotografía está hecha en 1922, la tercera de la izquierda era mi abuela, que da la mano a la tía Felisa, que llegaste a conocer. Catorce años después todas estaban casadas, salvo estas, Alicia y Carmen, que seguían dadas de la mano cuando las fusilaron, en ese mismo muro. Aún no nos dejan que las exhumemos.

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Con este microrrelato participé en los viernes creativos de Ana Vidal.