domingo, 21 de agosto de 2011

Mercaderes en el Templo


Al aeródromo de Cuatro Vientos se acercó Daniel con su mujer y sus dos hijos. Desde que perdió el trabajo y el Banco X se quedó con su piso viven en casa de sus padres. Ahora solo tiene que esperar a que se mueran y le dejen la vivienda. Al descubrir que el dinero que el usurero le había negado se había invertido en financiar la visita del representante de Dios en la Tierra, quiso compartir con su familia el buen fin dado a su miseria. Y allí vio al Diablo, en persona, con su traje azul y corbata roja, rodeado de púrpuras y su Santidad dándole la comunión.
(Cuadro: La purificación del templo, El Greco)

miércoles, 10 de agosto de 2011

1/ Benicia, Justino y las obras sociales


—Van a cobrar dos euros al mes por cartilla a los que no tengan dos mil euros de saldo medio mensual —Masculla Justino con un trozo de chorizo en la boca y la navaja abanicando el aire.
—¿Y quién no tiene ese dinero en el banco? —Pregunta Benicia que cepilla un pantalón de pana.
—Nosotros..., los parados, los hipotecados, las viudas, los becarios... Pero claro, con algo tendrán que hacer las obras sociales.
— ¿Cómo cuáles? —quiere saber Benicia preocupada por la mancha que no sale.
—No sé..., supongo que para esas jornadas mundiales de las juventudes cristianas, la visita del papa, el aval del presidente valenciano... —y así podría seguir Justino enumerando mandamientos.
—Entonces bien está, que los que tienen más cuartos en las cartillas son unos agarrados.

(Óleo de Xosé Conde Corbal)

lunes, 1 de agosto de 2011

Admiración


Oímos venir un zumbido de cientos de abejas. Justo cuando pasaban sobre nosotros, el abuelo lanzó la boina a lo alto y las atrapó. Allí, en el suelo, la gorra y las abejas. Me mandó a por un corcho. Con tiernas palabras las convenció para que entraran en la colmena. Luego se puso la boina en la cabeza, y le admiré aún más.

(Cuadro de Luis Serna Herreros)