jueves, 20 de octubre de 2011

3/ Benicia, Justino y las cosas del querer.


—Me acuerdo de la primera vez que hicimos el amor..., pero ya no recuerdo cuándo fue la última —dice Justino mientras mete un dedo bajo la boina y se rasca la cabeza.
—... Yo sí, fue en la era —responde su mujer sin dejar de mirar la costura.
—Para mí que fue en el pajar... —apunta Justino con el dedo aún a la sombra.
—Puede que tengamos razón los dos —sentencia Benicia que se lleva el hilo a la boca y lo rompe.
(Cuadro de Rogelio García Vázquez)


lunes, 10 de octubre de 2011

La «cla»


En todas las funciones, justo al caer el telón de la incomprensible obra de teatro, la actriz principal, deshaciéndose del apasionado beso de su amante escénico, le daba un fuerte tortazo entre bambalinas. El público, al oír ese primer aplauso, para que nadie mal interpretara su incomprensión, irrumpía en una clamorosa ovación que silenciaba el «Te he dicho que sin lengua, guarro».

domingo, 2 de octubre de 2011

El corazón no entiende de mojones

(Fotografía manipulada de Lubomir Bukov)

Todas las tardes, antes de la puesta del sol, Gloria se cruza con Emilio. Ella camina hacia la iglesia a rezar las cuentas de su rosario. Él se dirige a la taberna a orar con sus chatos de vino. Cuando se trenzan sus miradas —dulces, tristes, silenciosas—, los corazones palpitan una danza desbocada y, aunque no se dicen nada, las sombras de sus almas —tercamente jóvenes— rumian las fiestas del Carmen de hace cincuenta años. Bailaron durante toda la noche y se enamoraron para siempre... pero las tierras de sus padres no lindaban.