A
los veinticinco años tuve una hermana gemela. Todo empezó una mañana en el
cuarto de baño, delante del espejo. Se negó a pintarse los ojos y vestirse con
la bata azul. Se puso terca. Yo me marché al trabajo en la fábrica de conservas
y ella se quedó diciéndome: «No quiero envejecer igual que todos». Desde
entonces ha llevado su propia existencia. Dado que somos gemelas, no hemos
necesitado hablarnos para saber cómo nos iba la vida. Supe que viajaba mucho y
que de vez en cuando pasaba por casa, pues me encontraba cucharillas de
ciudades de diversos países y alguna postal sin escribir. También la biblioteca
se fue llenando de libros de viajes.
Ahora,
con sesenta y cinco años nos hemos vuelto a espejear en el envejecido cristal.
«No has cambiado nada», me dice. «Pues yo a ti no te reconozco».
* * *
Este microrrelato ha
sido incluido en la antología Destellos en el cristal que ha realizado la
revista Internacional Microcuentista.
Además de la originalidad de la idea, y del sorprendente cambio de voz (creo que nunca te había leído como narradora), me parece brillante como pocas la frase final, vestida de cortesía pero tremenda como un lanzazo. De las de volver a leer varias veces, por si nos hemos equivocado de lado del cristal.
ResponderEliminarEnhorabuena, caballero toledano. Un gran micro.
Inquietante ese encuentro y desencuentro con uno mismo, o con otro ser.
ResponderEliminarCada vez te vas superando, me encanta leerte, que tus cuentos vivan en los libros.
abrazos a miles
Excelente micro, un gusto leerte como siempre, por tus originales historias.
ResponderEliminarSaluditos :)
Que buenas esas vidas, vividas desde el otro lado Ximens.
ResponderEliminarLos espejos siempre me han parecido algo cargado de magia, y mirarse en el tuyo es un enorme placer.
Un abrazo.
Si nos atreviéramos a atravesar el espejo... Creemos tener atrapado a nuestro doble al otro lado, pero este cuento prueba que no es así. enhorabuena Ximens, por esta publicación. Besos
ResponderEliminar¡Mi enhorabuena, Ximens! ¡Un micro antológico! :-)
ResponderEliminarAhora más en serio, suscribo lo comentado por Susana y me atrevo a añadir que destaca la profundidad emotiva de ese diálogo final, que da el toque final a la construcción de esos dos personajes.
Mis aplausos. Brindo por lla alegría de compartir antología con usted.
Un abrazo.
Poco que añadir a los magníficos comentarios anteriores, referidos a un texto excelente y cautivador desde el principio. Toda una lección, amigo Ximens.
ResponderEliminar¡Enhorabuena, Ximens!
ResponderEliminarUn micro inquietante, de recorrido tranquilo pero que esa contestación final me deja pensando. Me temo que esa frase final nos la podemos aplicar muchos.
Besitos
Qué maravilla de relato, que un día te aparezca una hermana gemela al otro lado del espejo que lleve vida propia. Uf. Muy bueno Ximens.
ResponderEliminarUn abrazo.
Claro no podrás reconocerla con esa boca tan abierta... ¿Qué no se ha quedado con la boca abierta? Ah, pues yo sí... a ver si en una de estas consigo cerrarla
ResponderEliminarBesos
No entiedo demasiado de micros pero el tuyo me ha parecido excelente.
ResponderEliminarSegún tengo entendido para participar en esta antología hay que ser seleccionado por lo que te doy la enhorabuena.
Un abrazo
Ximens, felicidades por la selección!
ResponderEliminarInteresante desdoblamiento para facilitar el repaso de la vida del personaje.
Saludos
plas, plas,plas,plas
ResponderEliminarmuy, muy bueno.
un abrazo maestro Ximens.
Inquietante, quien no ha pensado alguna vez en ese mundo paralelo, pero que tu imagen se haya ido a vivir su vida sin espejarte, es una ocurrencia, al menos fascinante.
ResponderEliminarSencillamente impresionante Ximens, de lo mejor que he leído últimamente, de verdad. Tienes la capacidad de transformar tu prosa de tal modo que uno siente que no hay un Ximens, hay muchos, tantos como el reflejo de tus espejos ¿y quién puede decir cual es el mejor...? Un abrazo enorme maestro.
ResponderEliminarPues no le quedará otra que reconocerse. Es ella, no hay duda.
ResponderEliminarGracias Ximens y felicidades.
Yo ya he roto todos los espejos, ver a todos mis hermanos mirarme con su tono de reproche continuo, me hundía todos los amaneceres.
ResponderEliminarSugerente. Un abrazo.
Hola, Ximens.
ResponderEliminarMe fascina el tema de los espejos, creo que es de esos que dan mucho juego, y éste tuyo en el que te encuentras con una hermana gemela me parece estupendo, imaginativo, muy inteligente...
A ver, es de los que más me han gustado de los últimos leídos y no es por adular-te.
Para que veas que no todo es bueno, te diré que se te ha escapado un "la" a un lugar que no le corresponde ("Destellos en el cristal que la realizado").
Un beso muy grande, guapetón.
¡Cuánto nos cuesta reconocernos! Y encima, tú, querido Ximens, le das una vuelta de tuerca para que sea aún más difícil, a pesar de la ternura.
ResponderEliminarBesos besos
Ah!, muy ingenioso con el título.
ResponderEliminarTodos somos responsable nuestra imagen en el espejo, la vamos forjando con nuestras vivencias, en este caso lo has mostrado de una forma que engancha y hace pensar.
ResponderEliminarFelicidades.
Gran micro.
¿Por qué será que no nos atrevemos a dejar salir a nuestra gemela o gemelo? ¿Será que vernos tal cual nos da mucho miedo? Me ha gustado mucho tu relato.
ResponderEliminarBesicos muchos.
Qué inquietantes los espejos, siempre me parecieron la ventana a un mundo distinto al que de alguna manera se podía entrar. Después pensé que quizá los de dentro querían salir, con este relato entiendo que cada uno está en el lado del cristal que quiere. El final es bastante aleccionador, si. El cristal nos hace ver lo que queremos ver, nos protege del otro lado y conserva una imagen extraña de nosotros. Marcando el límite de las realidades veo yo aquí, si. Muy bien maestro.
ResponderEliminarUna sensación que me es muy familiar y a la que supiste poner las palabras exactas. ¡Enhorabuena!
ResponderEliminar¡Qué bueno, Don Ximens! ¡Qué bueno!
ResponderEliminarChapeau.
Un abrazo,
A veces pasas eso... que un buen día te miras en el espejo y no reconoces la imagen que este refleja y empiezas a cuestionarte muchas cosas. Excelente tu microrrelato.
ResponderEliminarUn abrazo.
Excelente micro.
ResponderEliminarEl yo real y el quisiéramos ser y al pasar los años y detenernos a mirarnos, las más de las veces no ns reconocemos...
Si no te importa me quedo por aquí.
Si quieres visitarme me encuentras en losojosdelaniebla.blogspot.com.es
Un saludo.