Acababas
de nacer, es lógico que no lo recuerdes, aunque tú no necesitas recordar. Sin
embargo, yo no he podido olvidarlo, tenía diez años y a esa edad aquella
atrocidad me marcó para siempre. Vinieron a por ti, pero alguien había alertado
a tu padre de lo que ocurriría y huisteis. Se llevó el oro, eso sí, mas fue tan
ruin que no avisó a nadie y los mataron a todos. Acumulé el odio y el rencor
hasta hacerme mayor. Con veinte años abandoné el pueblo con la idea firme de
matarlo. Encontré un oficio que me permitía conocer gente de todas las comarcas
y así di con vosotros. Tu padre ya había muerto y dirigí hacia ti mis deseos de
venganza, no en vano tú fuiste el motivo. Siempre estabas rodeado de hombres
rudos y me fue imposible acercarme sin levantar sospechas. Sin embargo, flaqueé
en mi intención al escuchar tus palabras y observar tus hechos. Serías la
causa, pero eras buena persona y no pude. Te perdoné como confío en que me
perdones tú a mí por clavar esta lanza en tu costado para que no sufras más.
* * *
Con este
microrrelato participé en la propuesta del mes de diciembre (con el tema «Aquella
Navidad, de niño...») del blog Esta noche te cuento.
Terminad de comer el
mazapán, poned vuestra mascota ratonil AQUÍ para leer el relato en el blog de
los organizadores y, si os apetece, dejad allí vuestros comentarios.
Yo no como mazapan, así que voy de inmediato.
ResponderEliminarUn abrazo.
Voy a leerte Ximens. Seguramente que lo has bordado. Estoy segura de que con ese tema ¡eres un hacha!.
ResponderEliminarBesos.
De allí vengo, Ximens. Te he leído, me ha gustado y sorprendido, y allí he dejado mi comentario. Toda natividad lleva implícita una mortalidad, y esa es la que cuentas. Original cuento de Navidad, sí señor.
ResponderEliminarBesosss, a las puertas de las vacaciones :)
Una visión muy crítica de un sobreviviente a la matanza de Herodes. Me ha gustado esa perspectiva, Javier, esa forma de enfocar la historia.
ResponderEliminarUn abrazo.
De allí vengo (de venir, no de vengar). Y allí te dejé la felicitación por el micro. Buenísimo.
ResponderEliminarEl abrazo también te lo dejé allí.
Te he hecho caso y allí me he presentado.
ResponderEliminarUn abrazo
Ximens, ya he comentado tu relato que me ha encantado.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo y Feliz Navidad
Me ha gustado tu versión, alejada de cualquier tópico. Allí te he dejado mi comentario.
ResponderEliminarUn abrazo
Voy para allá, ¡que vaya despiste llevo!
ResponderEliminarBesitos
Ya te leí y te comenté. Fantástico.
ResponderEliminarMuchos besos, Ximens, y mis mejores deseos.