—Juan, ¿te quedaste tú con la tarjeta de crédito de
papá?
—No te entiendo, tío, ¿a qué te refieres?
—Sabes que siempre se lamentaba de que mamá se
hubiera muerto sin conocer París, mira: «Banco del Espíritu Santo. Cargos por
tarjeta. Restaurant Maxim's. 2 servicios»
—¿Qué fecha tiene?
—La del día siguiente del entierro de papá.
—Eso quiere decir que ya están juntos.
* * *
Esta es
mi aportación al "II concurso de microrrelatos románticos ACEN" que
formará parte del libro "Cachitos de amor II" publicado por ACEN editorial
Qué dulce, señor Ximens, y es que San Valentín está a la vuelta de la esquina.
ResponderEliminarA mí y a mi santo que nos apunten muchas en esa tarjeta del Banco alado de la paloma divina. La lista sería kilométrica, así que la omito por decoro.
Un abrazo.
Más romático es imposible. Me gusta quedarme con la sensación de que al fin pudiera conocer París, no importa la forma o el momento.
ResponderEliminar¡Enhorabuena por esa publicación, Ximens!
Besitos.
... y hacen bien en gastarse los dineros. Meha encantado este micro.
ResponderEliminarBesicos muchos.
Oh, qué lindo. Me gusta mucho. Qué menos para celebrar reunirse que hacerlo en París.
ResponderEliminarUn abrazo
Ainsss qué romántico!!!
ResponderEliminarEnhorabuena Ximens por la publicación.
Bsss desde el aire
Muy romántico, sí. Me ha encantado, Ximens. Un abrazo.
ResponderEliminar¡Se puede mostrar tanto describiendo tan poco!
ResponderEliminarFantástico relato, Sr. Ximens, en el que el diálogo directo, sin acotación alguna, nos deja ver una hermosa historia de amor; que -al fin y al cabo, por duros que aparentemos ser-es lo que todos queremos para nosotros mismos.
Me alegra que podamos leerlo en papel. Merece la máxima difusión.
Un abrazo.
Juntos, siempre juntos :)
ResponderEliminarTe quiero!
Un abrazo!
Puede tener dos versiones. Desde luego una muy romántica, la otra, que Juan es un pillin.
ResponderEliminarMuy romántico, claro que sí. No sé si demasiado romántico para ti... Me parece un punto fuerte, para "desdulcificar" la situación, la muerte de los protagonistas.
ResponderEliminarGenial el medio que has utilizado para que se enteren los hijos: el canal de la tarjeta de crédito (muy ximensara)
Dos besos (uno de ellos para quien tú sabes).
Amparo
¡Ay,amigo!
ResponderEliminarEstaremos juntos en el mismo libro,qué ilu...
Me ha encantado tu romanticismo pecuniario, mientras sea en París, todo vale.
Besicos
Nota: mañana, mañana sale el libro, habrá que pedirlo.
Qué ternura de relato Sr. Ximens. Encantador.
ResponderEliminarUn abrazo.
Cómo estará la cosa, que hay que morirse para poder cenar en Maxim`s.
ResponderEliminarUn abrazo
Qué tierno, amigo Ximens.
ResponderEliminarYo ni me he enterado de esta convocatoria. De la primera creo que tampoco me enteré.
Un abrazo (otra vez virtual).
Muy romántico, amigo. Y es que París es un gran lugar para perderse...
ResponderEliminarNo encuentro un regalo más inspirado que una cena en Maxim.
precioso, el amor después de la muerte. Un beso.
Ximens, muchas felicidades por esta nueva publicación.
ResponderEliminarUn micro lleno de ternura y con ese punto que tú sabes darle de humor, amor y misticismo.
Cada día admiro más esa capacidad de decir mucho con tan pocas palabras.
abrazos muchos
¡Qué bonita la historia! Me encantan esas historias de amor que lo superan todo, hasta la muerte. Lo único que encuentro un poco desalentador es saber que hasta después de muerto hay que seguir pagando, jaja.
ResponderEliminarUn abrazo.
Espero que tengas mucha suerte en el concurso, tu micro es muy original.
ResponderEliminarun abrazo
fus
Pues nada, a compartir otro cachito de algo entre vallecanos. Nos leemos allí.
ResponderEliminarUn abrazo.
En la ciudad del amor, qué mejor sitio para reencontrarse.
ResponderEliminarMe gusta este micro.
¡¡¡precioso!!!
Fragmento de diálogo que muestra sucintamente un plano posterior de una vida llena de sacrificios y de renuncias. También fe. Mucha fe en ello, ya que yo correría a anular la tarjeta.
ResponderEliminarAbrazos
Bueno, bueno, habrá que leerlo en papel si hay más seleccionados de esta talla además.
ResponderEliminarAyer estuve a punto de estrenar los comentarios pero me entro el miedo escénico a ser el 1º. La verdad que sólo quiero añadir que muchas veces el romanticismo y el más llá también funcionan juntos.
Muy bonito y enhorabuena.
Venía a saludar y agradecer tu visita, y me encuentro con esta preciosa y tierna "perlita", romántica y sensible; y con la anterior entrada, "la poda", que en otro foro ya leí y te comenté.
ResponderEliminarEnhorabuena que se publique en papel y que tengas muchos éxitos, que escribiendo tan bien no ha de extrañar.
Ya seguía tu blog de cerca, porque tengo mucho que aprender.
Saludos
Anna J R
Precioso!!!
ResponderEliminarFelicidades Ximens.
ResponderEliminarQué bueno que la señora logró su sueño de ir a Paris y que el esposo pudiera cumplir; una cena romántica y quizá con las cualidades de espíritu pudieron recorrer cada espacio de tan bello país, el más romántico, según dicen. Felicidades.
Muy bonito. Una unión perfecta. Una ciudad perfecta.
ResponderEliminarMuy tierno Ximens, enhorabuena.
ResponderEliminarQue hermosura... Mucha suerte
ResponderEliminarFelicidades Ximens, buen diálogo para mostrar una historia muy tierna. Nos veremos en las páginas de esos cachitos, y puede que a base de leerlo encontremos mucho amor. ;)
ResponderEliminarUn abrazo.
Qué bonita interpretación, la del amor infantil. Has elegido el mejor ángulo posible, y por ahí brilla el relato. Me alegro de la publicación, a ver si la localizo.
ResponderEliminarFuerte abrazo
Tremendo Ximens.
ResponderEliminarMe quito el sombrero ante tamaña muestra de sensibilidad.
Un abrazo.
Lleno de sensibilidad, como a mi me gusta. Me acabo de emocionar.
ResponderEliminarSaludos
Un abrazo
Ah¡¡¡¡ Me olvidaba, compartimos páginas.
ResponderEliminarUn abrazo
Felicidades Ximens. cuánta ternura en el relato. No me importaría conocer así también Paris.
ResponderEliminarMe ha encantado, me lo he leído tres veces.
Muchos besos
para una noche romántica, una VISA, para un encuentro inolvidable, una VISA, para destilar sensibilidad y todo lo demás, Ximens.
ResponderEliminarMe quedo en tus montes.
Vaya, parece que hasta en el cielo hay que seguir usando la VISA... O eso, o es que Juan es muy romántico y muy listo.... Besos
ResponderEliminarHola, como estas?, te quiero decir que el nombre del autor de la Pintua está equivocado, el cuadro de París es mío y soy su autor, por favor si puedes intenta corregir la información incorrecta, mi nombre es ERNEST DESCALS - PINTOR, muchas gracias y saludos.
ResponderEliminarGracias, Ernest por avisar. Fue un error mío. Descargue la imagen y la etiqueté con tu nombre en mi ordenador, pero al subirla al blog me equivoqué. Muchas gracias por permitirme usarla como ilustración.
ResponderEliminar"Ya están juntos" y lo cierras magistralmente. Me gustaría un amor como ese que traspasara las fronteras (y no me refiero a las de los países)...
ResponderEliminarPrecioso.
Un beso muy grande.
ResponderEliminarAquí me surge la duda de si es el hijo "espabilado" el que ha dado aire a la tarjeta, que, lamentablemente, es lo que considero más probable. O bien la interpretación romántica y "trascendente" de la invitación a su esposa. En cualquier caso, como siempre, ingenioso y regocijante. Un abrazo.
Me ha gustado esa forma de unir la ternura y el más claro ejemplo de superficial evento comercial con la tarjeta de crédito por bandera. Completo que te quedó, maestro. Muy bien, si señor.
ResponderEliminarLeer tus letras le otorga a uno una sensación de saciedad indescriptible. Que suerte tengo de haber encontrado tu rincón Ximens. Bellísimo diálogo, si señor.
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