(El Juicio Final, Miguel Ángel)
A Mar Horno (Finalista Anual Rec)
— La risa un poco ronca y una barba que siempre pincha no me van a confundir. Has tenido un cuerpo varonil, has vivido como hombre y tu interior ha alojado un alma masculina, pero amaste y fuiste amado como mujer. Por lo demás, tampoco nada que objetar: ¡Pedro!, que se siente a mi derecha; ¡Lucas!, ¿quedan muchos para hoy?
Cuando Mar informó de que había quedado ganadora semanal, leí su relato y me animé a participar. Tras rechazar unas barbas de mejillones surgió este micro. Gracias Mar por la provocación.
ResponderEliminarPor cierto, para ahorraros trabajo Mateo 7-1 dice «No juzguéis y no seréis juzgados»
Recuerdo que hablamos de él...
ResponderEliminarSoy pro-tolerancia y, en mi opinión, con brevedad extrema dices tanto que no me queda nada que objetar.
Me gusta la delicadeza que muestras cuando te refieres diciendo que el de cuerpo varonil aloja un alma masculina, "pero amaste y fuiste amado como mujer".
Eres un crack.
Un beso muy grande.
Gracias Ximens por ahorrarnos el trabajo de buscar, porque si dependemos de mi memoria para la Biblia ...pues podría haber dicho cualquier cosa. ;)
ResponderEliminarEl micro es transgresor. Al igual que mi predecesora encuentro la frase de mayor fuerza cuando pronuncias la manera de ser amado. Ese es el punto álgido a mi modo de ver que ofrece sentido completo a la historia.
Esta sociedad juzga con antelación demasiadas cosas que no debiera, ¡qué razón la de Mateo!
Besos Ximens,
me encanta cuando publicas y Mar estará encantada con esta dedicatoria.
Ximens, cómo te agradezco la dedicatoria, es un honor para mí y para el micro finalista de ReC. Me ha traído otra vez a la memoria la conversación que tuvimos sobre las grandes historias y las grandes frases que contiene La Biblia, qué buen rato en Los Diablos Azules. Es una frase revolucionaria la de Mateo, que después de los siglos transcurridos, nos cuesta aceptar. La cita y la frase "amaste y fuiste amado como mujer" le dan todo el sentido a la historia. Espero que en el Juicio Final, cada uno se lleve lo que se merece y ahí no quiero tolerancia. También espero que existe un Infierno donde arda bien la carne de los malvados. Un abrazo.
ResponderEliminarPD. Espero que estés pasando un buen verano, escribiendo y eso, lo demás, es sencundario. Y besos a Saly.
No sé exactamente lo que son Cuentos para el andén. Voy a ver.
Pues es una alegría volver a encontrar algo tuyo que leer. Llevabas mucho ahora. Pero, debo estar sabático de cerebro, porque no lo cojo. Ahora, volveré, volveré a por lo que es mío.
ResponderEliminarUn abrazo, Ximens, de momento.
Un micro fabuloso, Ximens, que destaca por su elisión máxima, por su concisión extrema, por la omisión implícita y la trascendencia de su contenido soterrado.
ResponderEliminarSi a ello le sumamos que, además, el inicio del mismo está condicionado; poco más me queda que expresar mi admiración.
Un abrazo,
Un micro rotundo en su aparente sencillez. No juzgaremos...
ResponderEliminarBesos desde el aire
Muy bueno. Un micro transgresor, que sugiere más de lo que dice.
ResponderEliminarUn abrazo, Ximens.
Superrrrr bueno, javier. Cuando estuve buscando un tema para hacer un micro con esta frase de inicio, jamas se me hubiera ocurrido ir a buscar ahí. Eres un monstruo. Besos.
ResponderEliminarXimens, los juicios que se celebran a la ligera, fuera de la sala requerida, suelen caer en el error. Alguien malintencionado puede dictar la sentencia equivocada.
ResponderEliminarBuen micro que demuestra esto que digo.
Vi las fotos en Facebook con algunos de los finalistas de REC y con Esperanza, que gran cuadro.
Un abrazo fuerte.
Eres bueno,Javier
ResponderEliminarEs una homilía breve con un gran sentido evangélico, muchos deberían poner en practica.
Una buena dedicatoria para la escritora de éxito.
Besicos salados desde el Mar Menor.
Hola Ximens. Lo primero me ha gustado, como a todas las once personas anteirores.
ResponderEliminarLo segundo es que me parece muy bueno porque es tan claro y nítido como desasosegante y críptico (lo siento, tenía ganas de usar ese adjetivo) en tan poca duración.
Los que tuvieron los ojos cerrados fueron los del concurso de la SER (si lo presentaste allí)
Un abrazo.
Querido Ximens, debo decirte que no lo he entendido, debe ser que estoy espesa esta mañana de domingo. Le daré unas cuantas lecturas más, sino no lo puedo juzgar (je,je,je).
ResponderEliminarUn abrazo fuerte,
Conciso, directo y muy efectivo, Ximens. En cuatro líneas quitas hierro a la diferencia.
ResponderEliminarMe he reído con ese Dios que se impacienta y se pregunta cuántos habrá de juzgar hoy. Por lo demás, lo has mostrado desprejuiciado, moderno, muy acorde con el versículo del título.
Un abrazo.
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ResponderEliminarMe gusta ese Dios tan comprensivo, has hecho un micro redondo a partir de una frase que se las traía. Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarUn abrazo
Paloma Hidalgo
Luego de tu sombrio paso por mi blog, donde expresaste tu critica negativa bajo un "no lo comprendo" y "mal dia en la lectura", he venido a ver tu blog, ya que no te recordaba.
ResponderEliminarAviso, no coloco los tildes por un problema con mi sistema.
En fin, como lo interesante de los blogs es la opinion de los demas te digo: un buen microrrelato, consistente y que en poco dice lo suficiente.
Saludos.
Confirmas rumores con este micro... jajaja
ResponderEliminarEl cascarón no hace al bicho... jajaja
Muy bueno...!!!
Hola Ximens, me gustó el fondo del relato.
ResponderEliminarPara mi gusto, la frase que sigue a la obligada de inicio parecería que trata de explicar lo que ya está implícito en la primera, y tal vez arrancaría (yo) en "amaste y fuiste amado..."
Gracias por traer a Mateo, seguí leyendo un poco más,... ¡qué revolucionario!
Abrazos
Ojalá ese juicio final sea así, como tu micro: un canto a la tolerancia. Es para mí lo que más destaco de este texto. No importa el aspecto tan solo se juzga lo que hay dentro y nada más.
ResponderEliminarMuy buena aportación con esa frase nada fácil.
Besitos
Estupendo, Ximens.
ResponderEliminarSe presta a variadas y ricas lecturas.
Besos besos
Javier, llego de las últimas, y después de todo lo que te han dicho por ahí arriba, coincido con la mayoría en que tu micro es un canto a la tolerancia, donde la cita bíblica toma cuerpo de micro con sus personajes que muestran que las apariencias pueden engañar, pero no el corazón.
ResponderEliminarAbrazos
Excelente, Ximens, que se interprete como se quiera, pues la interpretación también es una manera de juzgar.
ResponderEliminarUn abrazo.
HD
Muy bueno, no me pareció fácil sacarle algo a esa frase inicial. Me gusta la actitud que transmite, tan poco frecuente en la Iglesia. Me costó entender el final, seguramente por mi escasa cultura bíblica, pero en una segunda lectura ya vi clara la escena del juicio.
ResponderEliminarUn abrazo
Encantada de leer esto. Si recuerdas cómo me definí en un mensaje, sabrás cuál es mi opinión al respecto de la idea central del relato. La forma de escribirlo, es la justa.
ResponderEliminarSí señor.
Un abrazo.
No estoy muy puesta en temas bíblicos. Pero capto la tolerancia, y el mensaje que emana el micro:lo que importa es lo que llevamos dentro, el corazón, el alma, los sentimientos. Lo de afuera es una mera carcasa que nos arropa. No es demasiado importante.
ResponderEliminargenial.
Genial Ximens, la ambigüedad del género o del sexo... cuántos sexos pueden existir? Hace poco leí Elisa y Marcela, más allá de los hombres, que es la historia real del amor entre dos mujeres que fueron maestras y su terrible historia de persecución en aquella sociedad de principios del siglo pasado. El libro no me gusta cómo está escrito, pero ilustra muy bien todas las formas posibles de vivir la sexualidad y el control social, médico, judicial y religioso, al que han estado sometidas.
ResponderEliminarHola Xavier! Me encantó. Un relato breve y muy profundo, tanto para reflexionar. A veces pareciera que nos volvemos cada día más intolerantes. Y todo es tan diverso en este mundo.
ResponderEliminarUn abrazo!
Creo que la interpretaciòn queda libre y como tal, podemos hacernos nuestro propio juicio. Enhorabuena.
ResponderEliminarun fuerte saludo
fus
Hasta los Dioses se impacientan. Claro que no podía ser menos que lo reflejase un micro del Maestro Ximens.
ResponderEliminar¡qué envidia manejar así las palabras!
Un abrazo
Miguel