martes, 26 de mayo de 2015

Fisura

(Fotografía realizada por Rafa Heredero para ilustrar el micro)

            Te entrega la carpeta de sentencias, lees la primera, miras el calvario que tienes sobre la Biblia. Después, firmas esa y todas las del día. Te llevan a casa. Al llegar, te desvistes con sonidos metálicos. Te pones el batín, besas a tu mujer, ríes, juegas con los hijos pequeños —los mayores están afuera—, colaboras en la preparación de la cena. Oyes gritos en el recibidor, tu primogénito —que es bueno y generoso como su madre— ha dado una patada en el ojo a su hermano —el que ha salido a ti, fuerte y bravo— por no dejarle la bicicleta. Más tarde, con tu mujer, acuerdas cuál será el castigo ejemplar. Satisfecho, duermes como si hibernaras, con la conciencia tranquila. Madrugas —siempre a las seis en punto suenan el reloj y las descargas—, te pones tu traje verde. Asistes a misa, comulgas —sin necesidad de confesar tus pecados contra el quinto— y pides a Dios que te ayude a ser justo. Llegas al trabajo devolviendo saludos. Al final del día, el secretario te entrega la carpeta, te acuerdas de tus hijos, miras el calvario, te fijas con detalle en el buen y mal ladrón. Hoy, por primera vez, dudas.

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Este microrrelato ha sido analizado en el Microscopio de Esta noche te cuento, donde se comentan textos sin conocer al autor. Pinchad AQUÍ si queréis ver el resultado. 

martes, 12 de mayo de 2015

El trato


            Moldeó en arcilla el vientre de una mujer —manantial de vida—, sobre él depositó un amuleto de ámbar —símbolo del sol y los espíritus como testigos— y otro de hierro —signo de firmeza en el compromiso—, como señal de que una de sus futuras hijas me sería entregada para un hijo mío y así asegurar la supervivencia de mi grupo. A cambio le entregué pieles de osos y comida para el camino.



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Con este microrrelato he participado en el concurso Calendario Microcuentista 2016, que llevará esa fotografía para el mes de abril. Pinchad AQUÍ si queréis leer ganador y finalistas. 

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Javier Merchante, de La Taberna del Callao, ha puesto voz al micro:


martes, 5 de mayo de 2015

Sueños emergentes en libro y fotografía

Con ocasión de la entrega de premios del concurso Esta noche te cuento en Santander el pasado 28 de febrero, además de la presentación del libro Las palabras contadas, se inauguró una exposición en el que alguno de los relatos incluidos en él sirvieron de inspiración al fotógrafo santanderino Jesús Sánchez, que aceptó el reto de intentar trasponer el espíritu de nuestras letras a una imagen.


Esta es la portada del libro en el que aparece mi microrrelato Sueños emergentes que podéis leer AQUÍ.

Jesús Sánchez ilustró el microrrelato con una fotografía de una de las esculturas de Los Raqueros situada en el puerto, que ahora cuelga en mi despacho.

La exposición se llamó 200 PALABRAS, UNA IMAGEN, y la colección completa está compuesta por 23 piezas que podéis ver en este ENLACE.


miércoles, 22 de abril de 2015

La Flor de la Galaxia


            En su perenne soledad, se arrepintió de haber confundido las lenguas. Por ello sembró el firmamento de galaxias y —cada nuevo milenio— coloca flores secas en las puertas del Cielo, para ahuyentar los malos espíritus que le aconsejaron.

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Con este microrrelato he participado en el concurso Calendario Microcuentista 2016, que llevará esa fotografía para el mes de marzo. Pinchad AQUÍ si queréis leer ganador y finalistas. 

domingo, 12 de abril de 2015

Benicia y Justino ganan el Wonderland semanal con «El deseo añejo»



El deseo añejo

            Justino se acerca a la higuera apoyado en el bastón y elige un higo maduro. Benicia lo observa desde la silla donde cose unas enaguas. Él abre el fruto con delicadeza y una sonrisa le estira las arrugas. Se vuelve hacia su mujer, que rápidamente baja la vista cansada a la costura. Benicia se pincha un dedo con la aguja, se lo lleva a la boca y alza la mirada. ¡Cómo me engatusaste, zalamero!, le dice. Luego alarga la mano para recibir la mitad del higo que Justino le ofrece abanicando la sonrisa. ¡Anda, pon los higos a secar, zamacuco!

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Este microrrelato ha resultado ganador semanal el 11/04/2015 en el programa Wonderland de Ràdio 4 de Radio Nacional de EspañaPincha AQUÍ si quieres leerlo en la página oficial.

Si quieres oírlo leído por mí y los comentarios recibidos por los profesores de
l´Escola d´Escriptura del´Ateneu Barcelonès, puedes hacerlo AQUÍ a partir del minuto 27'.

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También resultó finalista trimestral el 04/07/2015. AQUÍ la página oficial.

miércoles, 1 de abril de 2015

Gente de pena

(Buscando carbonilla, Vallecas)


            En invierno, todas las tardes el mismo dilema con las limosnas, si comprar un chusco de pan y algo de engaño o picón para el brasero.
            Por las mañanas subo a Madrid siguiendo las recuas de mulas con carros que llevan el pan desde Vallecas. Si tengo suerte —y no me lo quitan antes los mayores—, un bache o tropiezo deja caer una hogaza que se rompe en mil pedazos y guardo algunos en mis bolsillos. Otros días, si no he podido pegar ojo por el frío, llevo un capacho para intentar recoger la carbonilla que pierde el pequeño tren que sube a los cuarteles de Atocha.
            Al atardecer, en la puerta de la chabola, enciendo el brasero con trozos de madera y papel. Mientras se prende el carbón, hablo con los vecinos que se acercan a buscar mendrugos en cama de galgos. Luego, arrebujado con las faldas de la mesa camilla, me caliento el cuerpo y me entretengo con una radio.
            Sin embargo, días como hoy que tengo tanto frío y el hambre me causa dolor tan fiero, lamento no haber muerto en el vientre de mi madre, allí, tibio y alimentado.


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Este microrrelato que sido mencionado (finalista) en la propuesta del primer trimestre del concurso Esta noche te cuento, en el que en homenaje al quinto centenario del nacimiento de Santa Teresa había que incluir uno de sus versos (en negrita en el texto).

domingo, 22 de marzo de 2015

Picazones



             El palo de roble tallado que tenía Doña Mariana para rascarse la espalda terminaba en una pequeña mano cóncava. La artrosis le impedía hacerlo sin esa ayuda. Los picores comenzaron hace cinco años, justo la misma tarde en la que su hija abandonó el pueblo con una maleta de madera y una vergüenza.
         Cuando Don Sebastián se murió fue enterrado con su honor y Mercedes trajo a Pablito. Doña Mariana ya no siente picazón, sin embargo le gusta llamar al nieto para que le friccione la espalda, quiere sentir esa mano tierna acariciando la piel mientras sonríe a su hija. 

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Este relato ha quedado finalista semanal (21/03/2015) en el concurso Wonderland de RNE.