Sentados junto a la lumbre, Justino remueve con la rasera las migas que se fríen en la sartén mientras Benicia se arregla el moño con las manos.
—La razón hay que dársela a quien no la tiene —filosofea Justino con generosidad.
Con voz prendida por una horquilla que tiene en la comisura de los labios, Benicia contesta:
—Tienes razón, Justino, como siempre.
Uah, qué personajes tan de verdad, Ximens. Y esa voz prendida por la horquilla es de antología. Y si no, al tiempo.
ResponderEliminarAbrazos recien estrenaos.
Redondos, como siempre. Me encantan tus diálogos de terruño, por su autenticidad y lucidez.
ResponderEliminarBeso grande
Te digo una cosa, y lo mismo que te digo una cosa te digo la otra, pero vamos, que si quieres la digo o no, que para eso la digo. Pues eso;
ResponderEliminarEstoy por comprarte los derechos de Justino y Benicia para hacer una micro serie animada. No lo digo en broma: Serían brutales. Ya lo estoy viendo.
Si alguna vez te decides a hacerlo, se puede trabajar la idea.
Abrazos
las migas, la horquilla y... la razón, como la vida misma
ResponderEliminargenial
Rápido, sin rodeos, directo... En Benicia se resume toda la sabiduría popular. Y la otra también. Un abrazo.
ResponderEliminarQué tierna la Benicia,... cada vez que puede salta al cuello de Justino. Ese toque de pelo delante de la comida quita hasta el hambre. Pobre Justino, -rumia Benicia.
ResponderEliminarGracias por el relato Ximens. Un abrazo.
Benicia es la bomba, me encanta!!! Esas mujeres sabias.
ResponderEliminarAbrazos
La sabiduría más básica y lógica. Esas migas, a estas horas de mediodía, un suplicio. Esta serie pasará a la historia, como los refranes populares. Un abrazo.
ResponderEliminarCon solo dos palabras "tienes razón" se la quita toda, me encanta Benicia y su sabiduría.
ResponderEliminarTambién creo que podían ser la bomba con dibujos en viñetas. No te lo pienses, Ximens y lánzate!!
Abrazos a miles
Me encanta esta pareja. Que son ya unos clásicos arquetipos. Y el humor profundo y socarrón que desprenden. Enhorabuena amigo.
ResponderEliminarGenial esa Benicia que con total lucidez trae de vuelta a Justino de sus divagaciones.
ResponderEliminarUna viñeta, sí señor. Para así verle las caras :-)
Un abrazo.
Con permiso de Justino y Benicia vengo a decirle a usted, sr. Ximens, que tiene un regalo en mi blog. Pásese cuando pueda a recogerlo.
ResponderEliminarUn abrazo.
qué pareja, me encantan! :)
ResponderEliminarUna pareja muy de antología. Creo que podrías hacer una miniserie con ellos de protagonistas y sobre todo con ese aire especial con que los caracterizas, y que nos haces "verlos" sin muchas descripciones físicas ¡ninguna!.
ResponderEliminarMe alegro de que estés por aquí Ximens. Siempre es un placer leerte.
Micro redondito, Ximens: A mí más allá de esta característica me gusta la escena en sí, el costumbrismo seco que se respira. Sólo una vez comí migas (en Villafranca de los Barros, Badajoz) y me pareció un plato exquisito.
ResponderEliminarAbrazos con añoranza,
P
Justino tiene razón y Benicia tiene razón también. Y tú, Jimens, tienes más razón que un santo. Toda la razón. Lo que no sé es por qué coño no sale un obispo, con lo que te ponen.
ResponderEliminarMuy cierto, por no decirte, que tienes razón, lo cual quedaríra mal en este caso.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho, y me ha sacado una sonrisa, que hoy por hoy es superimportante.
Saludos.
Qué razón tienes, Ximens :D
ResponderEliminarNo, en serio, la escena con esos detallitos se hace muy entrañable. Benicia me recuerda a una abuela que tuve (digo tuve porque ahora ya no la tengo) en un pueblo de la montaña, la vi muchas veces cocinar ahí en "la llar" (así se llama aquí a la lumbre).
Ximens, la sabiduría popular siempre tiene razón. Supongo que tus personajes son pastores, y sospecho que forman parte de una trama que no empieza aquí. Intentaré, si es así, ponerme al día.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte.
¡Genial! Se puede "ver" la escena con todos sus detalles. Así duraban antes los matrimonios...ja, ja
ResponderEliminarCómo me gusta esa expresión "con la voz prendida", es tan visual que la he visto, me has recordado a mi abuela que siempre se arreglaba el moño poniendose las horquillas en la boca....
ResponderEliminarLo de tener o no razón es un axioma en este caso...
Besicos, amigo
Después de la sonrisa, el comentario:
ResponderEliminarXimens, plástico, añejo, realista... Mis tíos en el pueblo.
Me ha encantado.
Un saludo
Qué imagen tan auténtica expresas en este pequeño texto, parece que los estás viendo. Me gusta.
ResponderEliminarUn saludo desde mi mar,
Exquisito el modo en que pintás la escena, se ve y se huele.
ResponderEliminar¿Cuándo se viene tu antología? Benicia y Justino se merecen estar en la portada de un libro.
Llegados a este punto, no hace falta decir nada más.
ResponderEliminarBesos :) :) :)
Benicia y Justino encarnan la sabiduría de la España profunda, esa que se adquiría a fuerza de vivir penurias. ¡Como me gusta esta pareja!
ResponderEliminar¡Felicidades!
Unas migas de esas me comía yo sin dudarlo.
ResponderEliminarUna pareja entrañable que, según se ve, discuten poco. Serán ya muchos los años que llevan unidos que hasta piensan igual.
Yo, creo que intentaría llevarle la contraria a Justino... por iniciar una polémica más que nada.
Un beso, amigo Ximens.
Muy chulo Ximens, me gusta la voz prendida en una horquilla de ella y no sé por qué pero a Justino me lo imagino muy parecido a ti.
ResponderEliminarBesos
Con que sencillez, con que pocas palabras y que elegantemente nos muestras todo lo profundo de la relación de esta pareja.
ResponderEliminarUn abrazo, Ximens
Benicia y Justino son la España que -con todo en contra- salió adelante. Sus descendientes somos la España que -con todo a favor- nos la hemos ingeniado para irnos al carajo.
ResponderEliminarGrande, Ximens. Un micro muy grande.
Abrazos.
Me ha entrado hambre sólo de ver esa sartén... las migas me gustan mucho, al menos cómo las hace mi padre, que en esto de las migas, como con las gachas o el gazpacho en cada pueblo una historia, cómo la de estos dos personajes de Sainete tan estupendos que nos dejas ver de cuando en cuando.
ResponderEliminarEstupenda esa paradoja literaria.
Felicidades Ximens. Queremos más de estos dos.
Hola a tod@s, dejo aquí una nota para invitaros a participar en la selección de los mejores blogs especializados en el género del microrrelato. Las votaciones se llevarán a cabo en mi blog hasta el próximo 20 de junio 2012. Y los resultados se publicarán el 21, Día Internacional del Microrrelato.
ResponderEliminarUn cordial saludo,
PABLO GONZ
Una mujer muy sabia y paciente.
ResponderEliminarun buen micro.
La sabidura popular que tremenda verdad.
ResponderEliminarLos que te seguimos ya le hemos cogido cariño a Benicia y Justino, son como de la familia.
Breves palabras, gran verdad y una enorme sonrisa al final. ¿se puede pedir más?
Una abrazo
Miguel
Hola Ximens. pasaste por mi blog y me pediste que quitara la utentificación de los comentarios... Para empezar no sabía que la tenía puesta, y para seguir, no se si el cambio que he hecho ha eliminado esa autentificación.
ResponderEliminarPodrías confirmarmelo?
muchas gracias.
Estos dos ya forman parte de la blogoesfera, Ximens. Sus gestos y sus palabras cargadas de "razón" han prendido en los lectores.
ResponderEliminarLos veo en papel en nada.
Besitos
Antes no me gustaban las migas, no entiendo el porqué. Quizá porque no jas había probado junto a la lumbre...
ResponderEliminarExcelente micro.
Saludos.
No sé quien me gusta más. Justino? Benicia? Creo que finalmente me quedo con la razón y tu relato. Un abrazo
ResponderEliminarjajaja Me encantó.
ResponderEliminarUna genia, Benicia. Pensoando en esto que escribo todo me parece una paradoja. Si le doy la razón a Benicia, entonces no la tiene. Por lo tanto Justino la tiene. Y en realidad yo creo que no...
ufa! pero quièn tiene la razón?!
Un abrazo!
Ximens, te ha salido un chiste, o si quieres un micro-chiste. Es muy bueno.
ResponderEliminarMe gusta esta pareja. Siempre que te leo algo de ellos, salgo de aquí con buen humor.
Un abrazo.
Ha sido breve pero grato y por supuesto me ha arrancado una sonrisa. Esto de los microrelatos tiene su encanto, no había hurgando mucho en su mundo, pero ahora me está despertando el gusanillo. A ti se te dan genial, bueno pero la verdad es que eso no me extraña.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ese "como siempre" nos indica las pocas ganas que tiene Benicia de disquisiciones, es decir, tienes razón ahora y cuando digas lo contrario tambien.
ResponderEliminarUn saludo. marga.
Qué razón tienen Benicia y Justino. Me trajiste una gran sonrisa. El ambiente, la horquilla prendida, todo nos hace ver a Benicia y Justino tal como son
ResponderEliminarTodas son palabras de alabanza con toda razón. Es un micro perfecto. Qué sugerente me ha parecido la frase de la horquilla, le has dado un toque de femineidad a Benicia que me ha encantado.
ResponderEliminarUn beso
Ximens, ya te estoy esperando...
ResponderEliminarUn beso.