Siempre me han gustado los
murciélagos. En la troje de la casa de mis abuelos en el pueblo habitaban media
docena. Creo que por su culpa y mi depravación me aficioné al tabaco. En la
hora de la siesta echábamos nuestros pitillos y charlaba con ellos. Al
principio no me contestaban, pero en contra de su fama son bastante agradables.
Adquirí sus costumbres, me gustaba subirme a un árbol y observar el mundo
colgado del revés. Este hábito no lo he perdido, algunas noches desengancho la
bicicleta del techo de la terraza y me cuelgo bocabajo. Veo el cielo a mis pies
y la calle sobre mi cabeza. Las luces de las farolas parecen estrellas, y estas
charquitos.
Cuando
hay luna llena echo en falta la capacidad de volar para acompañarlos en sus
cacerías, por eso no tengo más remedio que caminar hasta el parque y buscar la
víctima.
* * *
Con este microrrelato he participado en la propuesta del mes de agosto («...bajo la luna llena) del concurso «Esta noche te cuento». Pinchad AQUÍ si queréis leer el relato y los comentarios recibidos en el blog de los organizadores.
* * *
Este microrrelato fue
finalista en el Concurso 3x200 que Cuentos para el Andén organizó con motivo de
La noche de los libros, Madrid 2014.
Muy bueno Javier, como siempre!
ResponderEliminarEs buenísimo, sorprendente final.
ResponderEliminarComo de un principio que parece normal pasa a ser fantástico.
ResponderEliminarEstupendo, Javier!
abrazos
Muy bueno, Ximens.
ResponderEliminarUn abrazo.
Jajaja Ximens artista qué repelús me has dado. Buen relato,
ResponderEliminarabrazos
!Genial Javier! En los finales siempre me soprendes y eso me encanta.
ResponderEliminarUn abrazo.
PLAS, PLAS, PLAS (Aplaudo).
ResponderEliminarQué bueno!.
Me ha encantado imaginarme las farolas como estrellas y las estrellas como charquitos...
Mucha suerte!!!!.
Un abrazo.
Así empezó Batman y mira.
ResponderEliminarJo, stupendo, Ximens.
ResponderEliminarPero baja a ratos, anda.
Besitos
Los murcielagos Una peste en Miami
ResponderEliminarEsta prohibido matarlos Ponen en los huecos tubos para que salgan y los dejan ya que no pueden entrar al techo nuevamente
BESO
A mí me gusta mucho este micro. -ese final sorprendente,
ResponderEliminarUn abrazo
Nada más llegar a casa no he podido resistir la tentación de leerte. El resultado .. alucinante. ¡Enhorabuena! Un abrazo.
ResponderEliminarGonzalo