—¿Recuerdas
la historia de José? Sí, aquel judío que fue vendido por sus hermanos, que supo
interpretar los sueños del faraón. Que sí, hombre, el de las vacas flacas y las
vacas gordas. Le nombraron algo así como Jefe de Gobierno y ordenó que en los
siete años de abundancia los campesinos le llevaran la quinta parte de las
cosechas. Pues tienes que recordarlo, caray. Luego, al llegar la sequía, en vez
de dar el trigo a los egipcios se lo vendió y cuando se acabó el dinero se hizo
con el ganado, la tierra y los redujo a esclavos a cambio del grano. ¿No lo
recuerdas? ¿A qué catequesis fuiste? Solo se libraron los sacerdotes. ¿¡Cómo no
lo vas a recordar, hombre!? Pues eso, que el tipejo, todo un depredador, es
elogiado en... Yo creo que me estás tomando el pelo, que sí sabes de quién
hablo.
—Pues tío, creo que sé de quién
hablas, pero lo que me despista es eso que dices del faraón y Egipto.
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Esta es mi aportación a la segunda jornada de la convocatoria
“La primavera de microrrelatos indignados 2013” . Si quieres leer más
indignados, pon tu molotov AQUÍ
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