miércoles, 6 de junio de 2018

Verónica

(Óleo sobre cobre, S. XVII)



A Isabel Ausina
                              Tras dar un fuerte portazo, Su Santidad abandona los Archivos Secretos del Vaticano portando un paño de lino en las manos. La vibración origina que una zanja se abra en el suelo, cruce la Basílica, atraviese Roma y, por la Vía Apia, llegue al Vesubio, que la transforma en una serpiente de fuego. Bajo el mar, alcanza Jerusalén, y asciende por la Vía Dolorosa hasta la Sexta Estación. Justo en ese instante: el volcán entra en erupción; en la Catedral de Turín, la Sábana Santa tiembla y el cristal de la vitrina se resquebraja; en el Vaticano, el Santo Padre se postra ante la estatua de La Piedad y pide, a voz en grito, a la Virgen María y a todas las mujeres del mundo, su perdón por el daño que les han ocasionado en los dos mil años de ocultismo; en la Capilla Sixtina, la bóveda colapsa y se precipita sobre los cardenales, que reunidos en cónclave pretendían inhabilitar al Papa.
                              El Pontífice corre a la ventana de su habitación y mostrando la Santa Faz a la cristiandad les dice «Este es el verdadero rostro del Mesías».

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Con este microrrelato he participado en la convocatoria del concurso Esta Noche Te Cuento, en el que se proponía crear una historia inspirada en la siguiente fotografía realizada por Annie leibovitz: