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—Me acuerdo de la primera vez que hicimos el amor..., pero ya no recuerdo cuándo fue la última —dice Justino mientras mete un dedo bajo la boina y se rasca la cabeza.
—... Yo sí, fue en la era —responde su mujer sin dejar de mirar la costura.
—Para mí que fue en el pajar... —apunta Justino con el dedo aún a la sombra.
—Puede que tengamos razón los dos —sentencia Benicia que se lleva el hilo a la boca y lo rompe.
(Cuadro de Rogelio García Vázquez)
JAJAJAJAJAJAJ...qué buenos tus micros, Ximens!!!
ResponderEliminarY de significado universal...se podría extrapolar a cualquier otro tiempo y espacio.
Un micro bordado en medio de un diálogo sin fecha. Sin hacerlo, describes a ese Justino y a esa Benicia tan bien que pude verlos: en el pajar y en la era, así como en el propio presente narrativo en el que se mueven ahora, buscando lo perdido. Bravo Ximens! Me gustó mucho.
ResponderEliminarEncantadora pareja, ahí bien juntitos hablando de sus cosas y de sus sexos :)
ResponderEliminarHaya salud.
Formidable,Ximens, formidable.
ResponderEliminarMi memoria aún retenía en el cajón de las exquisiteces la frase del arranque, que es para bordar en punto de cruz.
Pero no es menos digna de elogios la fórmula con la que has dado para servirnos esta delicia.
Me descubro ante Ud., fenómeno.
Con poquitas palabras, cuantas imágenes. Bravo, por todo lo que nos haces ver y por lo que nos cuentas.
ResponderEliminarBesos
¡Qué bien escribes, jodío! (que diría doña Rogelia :-)
ResponderEliminarUna delicia de texto donde queda patente la complicidad de tantos años compartidos.
Un abrazo.
Felicidades, Ximens, logras lo inimaginable para mí, contar una buena historia y mostrar a sus personajes, en apenas unas frases. Me quito el sombrero, maestro.
ResponderEliminarUn beso
isa
Ximens, Un texto muy especial, me encantan esos personajes con la vida vivida, hablando de sexo como si hablaran de la recogida del trigo. Entrañables. Juegas con ventaja, son sin duda tus personajes preferidos, y los dominas a la perfección.
ResponderEliminarUn abrazo
Ximens, puedo escuchar el tono de sus voces, imaginar la mirada complíce de ambos, y lo que más me gusta es la complicidad de ese matrimonio tan bien avenido.
ResponderEliminarabrazos
L;)
Habría que ver por qué tienen ese recuerdo diferente. Ahí está, creo yo, el quid del micro.
ResponderEliminarAbrazos a pares.
Bravo, Ximens. Entrañable historia y entrañables personajes. He estado dándole vueltas al micro y me ha llevado por tres o cuatro alternativas diferentes. O sea, que tú escribes poco, y me haces pensar mucho, con lo que tu rentabilidad es altísima, Y yo me alegro. Espero con ganas el siguiente.
ResponderEliminarY, a lo mejor, si tienen razón los dos yo sospecho algo más...
ResponderEliminarEstoy con Lola Sanabria en que ahí "hubo tema".
Felicidades por los personajes que son entrañables.
Un abrazo grande.
Hay quienes para ahorrar el hotel, lo hacen veloz en un auto baño automático.
ResponderEliminarUn “cuándo” que se convierte "en dónde”, buen micro Ximens. Saludos
ResponderEliminarYo creo que tienen razon lo dos.
ResponderEliminarque tengas un feliz fin de semana.
un abrazo.
Muy buen texto, Ximens, es tierno y está cargado de imágenes móviles de esos dos ancianos.
ResponderEliminarUn abrazo.
HD
Lo que hacen los años y la confianza. La memoria reciente y la de largo plazo, el querer llevar razón y la satisfacción de la conversación por ver quien la lleva. En pocas palabras, metes mil variables que llevan al final, una pareja de humanos inquebrantable.
ResponderEliminarUn final muy simbólico ese hilo roto, da que pensar.
ResponderEliminarQué fino hilas...
ResponderEliminarBesos sonrientes.
Vamos, Ximens, que "bordas" el micro. No se puede decir más.
ResponderEliminarMiguel
¡Ajajá!, que lista la abuelita.
ResponderEliminarJa, ja, sí, será eso. Si lo sabrá ella, que no le da más importancia que la que tiene. Y fin de cuantas, con esa edad, pienso, los menos importante es con quién.
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