¡Ay, Ximens! por suerte no todos los árboles soñaron, por suerte, a pesar de los miles de años transcurridos, todavía tenemos esos gigantes que dan sombra...
Hola... llegué hasta acá, desde Buenos Aires, por el texto de Pedro y me gustan tus historias... Me quedo... te sigo... Esto de la inmensa red es fascinante, nos conecta con lugares y personas tan lejanos... y nos permite conocernos... :)
Certero como una flecha disparada por un magnífico arquero. Elocuente en pocas palabras, ya que pone de relieve el mal que hacemos los humanos al planeta. Un abrazo, estimado Ximens.
Por ahí leo el comentario de una ilustre lectora que dice: "Me gusta pero también me inquieta." Y yo me pregunto, ¿cómo pueden seguir inquietando los continuos desmanes que cometemos? A estas alturas, ya no es cuestión de inquietarse, sino de comprender que a la raza humana nos puede y nos mueve más la codicia, que el apego a nuestro entorno, una vez precioso, y hoy devastado en muchos lugares. Desde luego, tal como progresamos arrasándolo todo, no tenemos mucha solución a la vista.
Me gusta, pero también me inquieta...
ResponderEliminar¡Ay, Ximens! por suerte no todos los árboles soñaron, por suerte, a pesar de los miles de años transcurridos, todavía tenemos esos gigantes que dan sombra...
ResponderEliminarEn este caso Ximens, te llevo la contraria, no fue un sueño, fue una pesadilla que aún perdura
ResponderEliminarSerá más difícil que los hombres sueñen con árboles, sí. Pero algunos hay que sueñan.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola... llegué hasta acá, desde Buenos Aires, por el texto de Pedro y me gustan tus historias...
ResponderEliminarMe quedo... te sigo...
Esto de la inmensa red es fascinante, nos conecta con lugares y personas tan lejanos... y nos permite conocernos...
:)
Como dice Elysa, no fue un sueño, fue una pesadilla que trajo al mundo una pesadez de bicho llamada humano :)
ResponderEliminarSaludos
Los árboles, esos seres silenciosos que nos hablan con el sonido del viento.
ResponderEliminarMuy inquietante ese micro, Ximens.
abrazos
L;)
Qué poco mimamos la naturaleza, no nos damos cuenta que es la herencia que dejaremos.
ResponderEliminarGracias por tu huella en mi blog.
Un beso.
Jolín, ¡qué bueno!...
ResponderEliminarFelicidades.
Es el micro más intenso que he leído Ximens. También el que es más corto que sus comentarios jajaja
ResponderEliminarMuy bueno, enhorabuena
Certero como una flecha disparada por un magnífico arquero.
ResponderEliminarElocuente en pocas palabras, ya que pone de relieve el mal que hacemos los humanos al planeta.
Un abrazo, estimado Ximens.
Y le siguen soñando porque continúa causando muertes.
ResponderEliminarEstupendo y certero.
Vuelvo de nuevo.
Besos.
Los sueños de grandeza parece que acaban empequeñeciendo.
ResponderEliminarSaludos
Tan breve como intenso. Exactas palabras disparadas hacia el mismo centro de nuestra conciencia. Muy bueno, Ximens. Abrazos
ResponderEliminarPor ahí leo el comentario de una ilustre lectora que dice: "Me gusta pero también me inquieta."
ResponderEliminarY yo me pregunto, ¿cómo pueden seguir inquietando los continuos desmanes que cometemos?
A estas alturas, ya no es cuestión de inquietarse, sino de comprender que a la raza humana nos puede y nos mueve más la codicia, que el apego a nuestro entorno, una vez precioso, y hoy devastado en muchos lugares.
Desde luego, tal como progresamos arrasándolo todo, no tenemos mucha solución a la vista.
UN abrazo.