(Sergio Cerchi)
Los amigos del
barrio no se creen que haya encontrado trabajo, me dicen que ya es mala suerte,
solo uno de cada diez mil lo encuentra. Me han preguntado si no tenía seguro de
empleo y les he dicho la verdad, que no. «Pues ahora te volverán las
preocupaciones, tendrás que vivir por encima de tus posibilidades», que ya no
me quedará para pagar los gastos de la Berlingo, ni los recibos de luz y agua,
ni el alquiler; que apenas podré comprar comida y que me olvide de la ropa. Les
dije que tan solo es temporal, mientras está de baja uno que voy a sustituir.
Los muy cachondos me proponen que si consigo la dirección, ellos se encargan de
que le den el alta de inmediato, ¡qué brutos! Pero es que lo estaba pasando bien,
ajustado, suficiente para lo imprescindible y sin necesidad de que me ayudaran
los abuelos. A ver cómo se lo toman ahora. Deseo que sea por pocos meses para
que no me de tiempo a generar deudas que no pueda tapar cuando finalice el
contrato. Aún no le he dicho nada a mi mujer, me da vergüenza, pero acabará por
enterarse.
* * *
Enhorabuena Javier. Un pedazo de relato.
ResponderEliminarUn abrazo enorme
Buenísimo y con esa "chispa" que es una característica tuya . Enhorabuena y un abrazo .
ResponderEliminarEnhorabuena, esa ironía con mala leche, me encanta
ResponderEliminarFelicidades, Javier. Un micro estupendo con mucho sarcasmo
ResponderEliminarMe encantó, yo te doy el primer premio!
ResponderEliminarEnhorabuena Ximens.
ResponderEliminarUn placer leerte, sigue escribiendo dentro de tus posibilidades, acertarás seguro.
ResponderEliminarFelicidades.
Un relato bueno y peleón, como tú eres.
ResponderEliminarFelicidades, Javier
Muy bueno y tristemente muy cotidiano.
ResponderEliminarBss
No sabía que practicabas también la ciencia ficción distópica, por muy parecida a al realidad que sea. Con ironía o no es deprimente por la historia pero satisfactorio en el resultado. Un abrazo.
ResponderEliminar¡Enhorabuena, Javier!
ResponderEliminarPOr fin he podido venir a leerte, tenía el chisme este en la enfermería. Tu relato retrata muy bien la actualidad. Es cotidiano y ejemplo de lo que ocurre alrededor nuestro.
Besicos, amigo
Cómo le sabes dar la vuelta... Me ha encantado. Ante todo que no falte el humor. Aunque el fondo deprimente se te queda ahí pegado, muy dentro, después de leerlo y no consigues espantarlo.
ResponderEliminar¡Cuidado con los amigos del barrio! je je. Sabroso relato sobre la actualidad que parece difícil en todos lados. Abrazo Javier.
ResponderEliminarMuy bueno, Javier. Un tornillo que se gira al revés como el de los pedales de una bicicleta.Un abrazo.
ResponderEliminarHola Javier qué gusto llegar a tu casita bloguera, es cálida y acogedora. Felicitarte por tu microrelato, me gustó mucho. Es un tema real y del diario vivir. Aquí en Perú también hemos pasado temporada difícil con el tema del fenómeno del Niño Costero, pero gracias a Dios, comenzaremos la reconstrucción con mucha fe y esperanza.
ResponderEliminarUn abrazo. Ah, y por cierto, mi padre se llamaba Javier.
Bien merecido el premio, Javier. Enhorabuena.
ResponderEliminarMe ha encantado tu manera de contar, esa ironía tan fina para mostrarnos una situación tremenda y muy de actualidad.
¿Quién no conoce a uno de esos trabajadores pobres de ahora?
A mi hijo el verano pasado le hicieron un contrato de un día, pero le pagaron bastante bien, mejor que el primer trabajo que ha conseguido esta temporada que encima va a comisión.
¡Imagina lo que le dirían los amigos de tu barrio!
Gracias por tu paso por "El Almacén"
Un beso,
Muy bueno, Ximens, creo que te lo había dicho en fb.
ResponderEliminarY me alegra lo del premio, a seguir...¡y si pagan, mejor!
Besotes
Oh, pero que bueno ese premio, Javier. Y merecido, que es un micro con un humor muy ácido. Yo solo espero -angustiada casi- que a ese personaje tuyo no le den ganas encima de acudir al dentista para hacerse unos implantes o algo así. Que desgraciado asunto ese de tener trabajo. Me ha encantado, amigo mio.
ResponderEliminarme haces sonreir aún cuando no tengo ganas abrazos
ResponderEliminarTú, ese ser que no sabía definir la ironía. Qué grande! 😁
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