(Pastor en su bicicleta por Teuku Jody Zulkarnaen)
Genaro
trabajaba en la tienda del duro y por eso se compró una bicicleta. Todo comenzó
cuando le robaron las ovejas. Con dolor se tuvo que marchar a la ciudad, le
dieron trabajo en un comercio que suministraba modestas prendas de vestir,
vendía a plazos, un duro al mes. Su encomienda era visitar los pueblos de la
comarca para llevar la mercancía que compraban por catálogo y cobrar el duro.
Para ello necesitó la bicicleta, aunque él no sabía manejarla. Los primeros
días no lograba mantenerse en equilibrio, resolvía ir andando y llevarla del
manillar, pero se le echaba la noche. Con tesón y coscorrones terminó por
dominar a la bestia, al poco tiempo alcanzaba el centenar de metros
zigzagueando. Si para ascender las cuestas añoraba el burro, en los descensos
empezó a disfrutar del placer de la velocidad. Una tarde, bajando una
pendiente, no pudo frenar a tiempo, se salió de la calzada, la bicicleta se
clavó en la cuneta y él voló por lo alto del terraplén, sobrepasó unas retamas
y fue a caer encima de un rebaño de ovejas que sesteaban. El susto fue tan
grande como la alegría por el reencuentro.
* * *
Con este microrrelato estoy participando en el concurso Esta noche te cuento en el que en homenaje a la Vuelta Ciclista hay que introducir el elemento "Bicicleta" en el relato.
AQUÍ podéis leer el relato en la página de los organizadores.
Me lo he imaginado volando al reencuentro. Gracias
ResponderEliminarEstupenda Vuelta. Gracias Javier
ResponderEliminarHay caídas que merecen la pena, así nos lo demuestra tu protagonista, puede que pasara un mal rato mientras iba por los aires, pero luego el aterrizaje le compensó.
ResponderEliminarSaludos Ximens.
Puri
La tienda del duro y las ovejas. Genaro mos lleva a lugares y tiempos desaparecidos. Excelente micto Javier.
ResponderEliminarAbrazos
Jajajaja. Ese final nos dice que cada uno debe permanecer de donde se siente que es.
ResponderEliminarSimpático micro, Ximens.
Un beso.
Me ha gustado tu relato porque cada día que pasa estoy más por el sabor de lo rural, de lo cotidiano sin honores, de los héroes sin nombre, aunque en vez de corcel lleven bicicleta y un rebaño por ejército. La ilustración que lo acompaña me parece sencillamente ¡perfecta!, es muy bonita. un abrazo Ximens.
ResponderEliminarEsa bici de Genaro tendrá mucho recorrido, ya verás. Un abrazo, Javier
ResponderEliminarhola, encantado de poder visitar su blog, veo un gran potencial para trabajar en el mundo de los blogs. Su atención a los detalles de los detalles de diseño y el contenido de su escrito. No puedo decir nada, me sorprendió que
ResponderEliminarPenyakit Umum yang menyerang Anak, Bayi
La bitácora de Genero, debe ser toda una novela...
ResponderEliminarSaludos desde este lado.
Me has recordado con este relato al César de mi pueblo. Este ambiente rural me gusta tanto y tú lo describes tan bien.
ResponderEliminarMucha suerte en el concurso
Una belleza de historia.
ResponderEliminarUn buen micro con un sabor a pueblo muy logrado. Me gusta mucho cómo rematas la historia, tanto por ese final que hace la historia circular resolviendo el problema de Genaro, como por esa sucesión de frases cortas que nos hace sentir el ritmo rápido de la caída. Un abrazo, maestro.
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