¡Buagh!,
vomito, un kilómetro de pasillos, decenas de puertas y siempre os cruzáis en
esta, con ese roce de carpetas y el falso saludo de colegas, como si no
supieran todos que te acuestas con él, como si yo no oyera por la noche el
navegar de sábanas. Te ha dejado la pizarra llena de dibujos, hoy son los tipos
de laberintos: el de mazes, el de
caminos alternativos, igual que las amigas que se ha traído a casa, pero nunca
para quedarse, se las comió en una noche; el univiario, el clásico, el más sencillo y no encuentras la salida,
¿estás secuestrada? En la anterior clase dibujó las curvas de una mujer, el
rubor te brotó al reconocerte y lo borraste de inmediato. Hoy los dejas, nos
aburres con la civilización minoica, con tus dedos caminas por el encerado
desde la Puerta de los Leones hasta el centro del laberinto, y allí paras. En
tus ojos veo el toro y el deseo.
Tantos
planos, papá, y no sabes que la línea recta es la distancia más corta entre tú
y yo.
* * *
Ilustración de Miguel Jiménez Salvador
Con este microrrelato participo en la propuesta del mes de abril («...en el laberinto») del concurso «Esta noche te cuento».
Pinchad AQUÍ si queréis leer el relato y los comentarios recibidos en el blog de los organizadores.
Ese último párrafo entre padre e hijo, tendríamos que tenerlo todos muy presente.
ResponderEliminarYo he hecho mi interpretación, es verdad que cuesta entenderlo, pero creo que ya lo he pillado. Laberíntico a tope. Muy logrado para el tema ;-)
ResponderEliminarUn abrazo
No sé si el padre tiene un amante, o si hay cuernos además de los del toro, si es el propio laberinto que se come a las personas, si el hijo es el narrador, pero me ha gustado saber de todos esos tipos de laberintos y las formas de perderse en ellos.
ResponderEliminarUn choque de laberintos. La verdad es que no lo he pillado, pero quizás se trataba de eso, de no encontrar la salida.
ResponderEliminarSuerte Javier, y un abrazo
Una confluencia de laberintos llena de intriga,un poco complicada la trama pero para eso es un laberinto del que debemos encontrar la salida.
ResponderEliminarUn saludo.
Puri
Muestra la traumática que se da en hijos menores ante las relaciones de los padres con terceras personas. Ciertamente laberíntico mental. Como trozo de novela aparece ésta pieza con potencial desgarrador. Que joda es ser niño para tantos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Que laberinto de emociones en tan corto espacio.... elaborarlo tuvo que ser complicado y leerlo hay que hacerlo despacio. Pero el mensaje de la historia se entiende y te aplaudo por ello. Beso.
ResponderEliminarY yo sin una sola idea para el tema de este mes, claro andan todas por los montes..., me encantó.
ResponderEliminarUn abrazo.
De padre a hijo, es un puente por donde caminamos a pesar de nuestras canas y dolores.
ResponderEliminarSaludos,
Buen trabajo, Nel. Lo he tenido que leer dos veces, cierto es. Lo que más me ha gustado es que he tenido que buscar en el diccionario univiario y me ha gustado mucho hacerlo. Todos los días se aprende algo nuevo.
ResponderEliminarYo acabo de hacer mi entrada también.
Un abrazo.
Parece que llegó mejor la comunicación al final del relato si es que no hay nada mejor que hablar y si es entre padre e hijo mejor.
ResponderEliminarLo del navegar de sábanas me encanta.
Es la primera idea, volveré a leerlo. Abrazos maestro ya reconocible.Nos vemos pronto.
Mezcla de mitología y realidad, con sentimientos a flor de piel en esa muy buena redacción donde el protagonista nos cuenta sus sensaciones. Me gustó. ¡Saludos!
ResponderEliminarMe ha costado leer y releer para intentar sacar la esencia de tu micro y, aún así, no creo haber interpretado todos los matices.
ResponderEliminar¿Puede que el hijo, o la hija, hable de la relación secreta entre su profesora de arte y su padre, profesor también?.
Algo me pierdo de tu laberíntico micro...seguro.
Un abrazo.
P.D: Para no gustarte mucho la poesía, has sido de los pocos que han interpretado correctamente mi poema. ¡Bien!. Ya empieza a llegarte.
Prueba con el que acabo de publicar...
De allí vengo. Y como te he dicho, me gusta, es tan laberintico el monólogo que hay que hilar muy fino para no salirse de las doscientas palabras que exige el concurso. Y eso sí, necesita una lectura atenta para que el texto pueda ser entendido.
ResponderEliminarBesitos
Menos mal que nosotros no tenemos ese problema! yo ya encontre el camino mas corto entre los dos
ResponderEliminar(perdon las flatas, english keyboard)