(Buscando carbonilla, Vallecas)
En
invierno, todas las tardes el mismo dilema con las limosnas, si comprar un
chusco de pan y algo de engaño o picón para el brasero.
Por
las mañanas subo a Madrid siguiendo las recuas de mulas con carros que
llevan el pan desde Vallecas. Si tengo suerte —y no me lo quitan antes los
mayores—, un bache o tropiezo deja caer una hogaza que se rompe en mil pedazos
y guardo algunos en mis bolsillos. Otros días, si no he podido pegar ojo por el
frío, llevo un capacho para intentar recoger la carbonilla que pierde el
pequeño tren que sube a los cuarteles de Atocha.
Al
atardecer, en la puerta de la chabola, enciendo el brasero con trozos de madera
y papel. Mientras se prende el carbón, hablo con los vecinos que se acercan a buscar
mendrugos en cama de galgos. Luego, arrebujado con las faldas de la mesa
camilla, me caliento el cuerpo y me entretengo con una radio.
Sin
embargo, días como hoy que tengo tanto frío y el hambre me causa dolor tan fiero, lamento no haber muerto en el vientre de
mi madre, allí, tibio y alimentado.
* * *
Este microrrelato que sido mencionado (finalista) en la propuesta del
primer trimestre del concurso Esta noche te cuento, en el que en homenaje al quinto
centenario del nacimiento de Santa Teresa había que incluir uno de sus versos
(en negrita en el texto).
DRAE:
ResponderEliminarbuscar alguien mendrugos en cama de galgos.
1. loc. verb. coloq. Acudir en su necesidad a otro más necesitado.
***
Es decir, dicho o refrán castellano contra las personas que buscan lo que necesitan (consuelo, remedio, alivio, alimento, etc.) en el lugar equivocado.
Duro texto, pero muy logrado el efecto de pobreza, de necesidad, y muy buen relato.
ResponderEliminarA mí me parece excepcional, aunque realmente duro, y el final no hace más que ccorroborar un sentimiento que se veía a lo largo del texto. Enhorabuena, me parece un relato genial.
ResponderEliminarUn abrazo
Objetivo totalmente logrado, tremendamente gráfico de una época de hanbre.
ResponderEliminarXimens, no tuve tiempo de leerte en ENTC y aprovecho la ocasión que nos brindas al subirlo a tu blog para decirte que la situación que reflejas es de las que hacen pensar en aquellos que pasaron situaciones como las que narras y verter unas lágrima de dolor por todos ellos. La frase que introduces conforme a las condiciones de ENTC está genial en el punto en que la sitúas y aumenta aún más la tristeza del texto.
ResponderEliminarPor mi parte te daría el primer puesto , ahora veremos que hace el jurado.
Saludos
Puri
Tremendo retrato de la miseria. Lo mejor que se le puede aconsejar a quien vive en un lugar así es que se largue a una buena zona y se haga útil. Lo de arrimarse a buen árbol. Y si puedes, hasta le regalas el boleto.
ResponderEliminarUnos tiempos que parecen olvidados, pero que están a la vuelta de la esquina. Para leer una y otra vez. Saludos, Javier
ResponderEliminarHola Ximens, un texto muy duro pero precisamente por la realidad y crudeza con que lo has escrito. Nos sitúas perfectamente en la escena y la situación, por un momento he sentido el hambre, el frío y la desesperación del personaje.
ResponderEliminarFelicitaciones.
Un saludo
Qué triste que unos vivan y otros simplemente existan, y que existan totalmente desamparados de la vida. Un dolor fierísimo en el alma me causó la linea final del micro, XIMENS; no obstante, me gustó, y mucho.
ResponderEliminarCariños,
Mariángeles
Es muy duro y real tu relato.Para los que no calentamos con el brasero con picón, fuimos a comprar carbón antes de ir al colegio y los mayores nos contaron cosas por el estilo, nos resulta bastante familiar.
ResponderEliminarBesicos muchos.
DOLOR TAN FIERO, si palabras sentidas por el hambre. el dolor la enfermedad, la muerte y sobre todo el amor. palabras de Teresa, la de los caminos, la de Ávila que estuvo conmigo durante 36 años de docencia en Las Teresas, acá en mi Uruguay, micro que me ha parado los pelos de punta, como todos los tuyos, éste por la remembranza, los otros por lo bien que tú usas las palabras, Gracias hermano por escribir tan bien, un abrazo. todavía recuerdo que como TODO SE PASA, SOLO DIOS BASTA
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