Fotografía de Manuel Hompanera
Una
colosal ola de nubes repta pendiente arriba engullendo todo. María fotografía esa
maravilla que da miedo, es como la polvareda de una carga de caballería. De
pronto todo se niebla y María se despierta asustada con los insistentes
timbrazos de la puerta. Coge al niño en brazos y se lo entrega a la ensortijada
señora que la mira con desprecio delante del agente judicial. Daniel,
entresueños, le dice a su tía que se quede con su osito naranja.
Condenado
muchacho, qué listo es, piensa María mientras arrastra la bombona junto al
sillón del comedor. Enciende el ordenador. Extrae un cigarro de la cajetilla
«fumar mata». Pincha en la carpeta «Aneto», pulsa «ver como una presentación».
Se sienta con el peluche en su regazo y abre la espita. Las imágenes pasan muy
lentas, igual que la ascensión. Cuando aparecen las primeras fotografías de la
tormenta se pone el cigarro entre los labios. La pantalla muestra un rayo, el
rayo, momento en el cual prende el pitillo. Suena el trueno y allí está la
cordada completa: su marido, su hermano y su cuñada. Ya estoy aquí, les dice,
no debí salvarme y este osito es para vosotros.
* * *
Con este microrrelato participo en la propuesta del mes de febrero del concurso «Esta noche te cuento».
Pinchad AQUÍ si queréis leer el relato y los comentarios recibidos en el blog de los organizadores.
Ilustradora del mes: Paloma Hidalgo
Escalofriante y conmovedor...
ResponderEliminarSaludos cordiales
Muy buen micro Ximens, ha sido un placer...
ResponderEliminarUn abrazo.
Ximens, buena apuesta, duro ver cómo le retiran al pequeño pero refleja una mujer fuerte, dura, capaz de asumir la situación. Me gustan las escenas paralelas del rayo o el trueno jugando con efectos visuales cotidianos como fumar, encender un pitilllo y el ruido de los recién llegados.
ResponderEliminarMucha suerte
Voy para allá. Expéndido y de poner los pelos como escarpias. Felicidades y suerte.
ResponderEliminarBesicos muchos.
El primer párrafo es una puta maravilla.
ResponderEliminarUna tormenta en varios planos, con esa sensación de oleaje cuando se entrecruzan.
ResponderEliminarBravo Ximens, suerte.
Abrazos.
Realmente estremecedor. Quizá, la decisión tomada por María, sea la que la lleve a la paz que está buscando.
ResponderEliminarMuy bueno.
Besos.
P.D:
Ximens, no te sientas obligado a visitarme ni a comentar. Soy consciente de que no a todo el mundo le gusta leer poesía y, tienes razón, a veces no hay quien la entienda pero, lo que cuenta cuando la lees, es que te llegue de alguna forma. Si eso no se consigue el poema no vale la pena.
En cualquier caso gracias por estar.
Más besos.
Más allá del hecho triste de la retirada del niño, me encantan las imágenes con las que se desvelan los sentimientos de la madre haciendo paralelismo con un juego meteorológico: las nubes, la tormenta, el rayo y esas acciones cotidianas en las que todo queda dicho. Entregarles el osito naranja es como hacer entrega de lo poco que le queda, o así lo entiendo yo. Un beso Ximens y muchas gracias por publicarlo.
ResponderEliminarImpecable retrato del personaje y la situación. BRAVO MAESTRO.
ResponderEliminarTriste poética la que has escrito. Llegar a esa paz ha sido un duro camino,
ResponderEliminarTe deseo mucha suerte. Yo te votaría
Un abrazo
Hola, he iniciado un blog donde escribo relatos breves. He encontrado tu blog en la lista de blogs de la escritora Elena Casero, en cuya lista aparece también mi blog. Me gustaria añadirte como blog que sigo. Qué te parece si te das una vuelta por mi blog y decides si me sigues tú a mí también?
ResponderEliminarMi blog es: http://pepitas-de-oro.blogspot.com.es
Hola, Ximens.
ResponderEliminarPues lo que te dije en ENTC, que me quedo con ganas de saber más.
Un beso y que la suerte te acompañe.
Que fuerte!!! Muy bueno, de los mejores que te he leído, pero me ha encogido el estomago, prefiero reírme.
ResponderEliminarSigue escribiendo, no lo dejes.
Bss
Con mucho iceberg debajo, muy bueno.
ResponderEliminarUn abrazo.
HD
Javier, es un micro intenso me dan coraje los micros porque les pasa como a las tapas, q dedpiertan el apetito y dejan con más hambre q antes. Aún así, celebro leer tus letras aunque sea en pequeñas dosis.
ResponderEliminarAbrazos
Un micro que se hunde en el alma del lector como una puñalada. Un primer párrafo que exuda literatura en cada letra y predispone elevando al lector. Luego el salto al cierre del micro que deja un sabor amargo en las pupilas.
ResponderEliminarEsta es una de esas piezas que valen para explicar las características esenciales y las virtudes del género.
Le aplaudo de pie, Sr. Ximens.
Queda aquí mi admiración declarada.
Voy para allá
ResponderEliminarDespués de leer ciertos textos resulta muy difícil, por no decir imposible, comentar... solo queda el silencio. Un saludo y aplausos... silenciosos.
ResponderEliminarUfff!!
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