(Retamas de flores blancas)
Cuentan
en los Montes que en la Navidad de 1948 —cuando los rencores iban bajo palio—,
Olvido huía de los guardias civiles que el alcalde había mandado en su
persecución por habérsela visto llevando leche y mazapanes para los
guerrilleros. Quiso la Providencia que el parto se presentara en tales
circunstancias, de modo que —con dolores silenciosos— la mujer parió una
hermosa niña entre las retamas y la tuvo que dejar allí ante el cerco de los
guardias. Se enternecieron los hombres y dejando la cacería llevaron la
criatura a la casa del regidor. Como su mujer estaba seca de maternidad
acordaron quedarse con ella.
Que
la madre muriera fusilada en la cárcel de Talavera por ser del maquis o por
intereses ajenos nunca se pudo demostrar.
Desde
entonces —todos los 25 de diciembre—, el viento de la sierra tañe en las
campanas de la iglesia los gritos del parto, y aquellas retamas maternales
alumbran navideñas flores blancas. En el pueblo se las conoce como «Las flores
de Olvido» y en sus pétalos se forma un rocío seroso, dorado y con sabor tan triste
como difícil de olvidar.
* * *
Este microrrelato ha resultado ganador en
la propuesta del mes de diciembre (con el tema «… apareció por Navidad...»,
homenaje a Charles Dickens) del concurso «Esta noche te cuento» Como premio ha sido incluido en el libro «40 plumas y pico.»
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queréis leer los comentarios recibidos en el blog de los organizadores.
Ximens, un placer llegarme a ese relato navideño.
ResponderEliminarMe he enterado del concurso. Es interesante.
Abrazo, amigo!
Allá voyyyyyyyyyyyyy
ResponderEliminarHacia allí voy.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ay la Providencia Ximens. Ay.
ResponderEliminarSuerte, un abrazo.
Enhorabuena Ximenx, la cosa estaba caldeándose. Buen relato, memoria histórica, cuento con leyenda... y ahí está y añadimos el de Realidad Ilusoria.
ResponderEliminarVaya comienzo de año creativo. A seguir, con el descanso justo.
Abrazos