(Óleo sobre cobre, S. XVII)
A Isabel
Ausina
Tras dar un fuerte portazo, Su
Santidad abandona los Archivos Secretos del Vaticano portando un paño de lino
en las manos. La vibración origina que una zanja se abra en el suelo, cruce la
Basílica, atraviese Roma y, por la Vía
Apia, llegue al Vesubio, que la transforma en una serpiente de fuego.
Bajo el mar, alcanza Jerusalén, y asciende por la Vía Dolorosa hasta la Sexta
Estación. Justo en ese instante: el volcán entra en erupción; en la Catedral de
Turín, la Sábana Santa tiembla y el cristal de la vitrina se resquebraja; en el
Vaticano, el Santo Padre se postra ante la estatua de La Piedad y pide, a voz
en grito, a la Virgen María y a todas las mujeres del mundo, su perdón por el
daño que les han ocasionado en los dos mil años de ocultismo; en la Capilla
Sixtina, la bóveda colapsa y se precipita sobre los cardenales, que reunidos en
cónclave pretendían inhabilitar al Papa.
El Pontífice corre a la ventana de su
habitación y mostrando la Santa Faz a la cristiandad les dice «Este es el
verdadero rostro del Mesías».
* * *
Con este microrrelato he
participado en la convocatoria del concurso Esta Noche Te Cuento, en el que se
proponía crear una historia inspirada en la siguiente fotografía realizada por
Annie leibovitz:
No entiendo cómo se me pasó leerlo y comentarlo, porque, si puedo, no me pierdo nada que salga de esa fábrica creativa situada en los míticos Montes de Toledo. Se ve que no llego a todo, aunque lo intento, pero me alegro mucho de haberlo leído ahora.
ResponderEliminarOriginal a más no poder, con el Santo Padre como héroe que trata de dar a conocer la verdad pese a quien pese, algo que al final logra. Una verdad del todo sorprendente, un detalle de género que puede sacudir toda la cultura occidental y hacer tambalearse las creencias, con esta nueva y verdadera imagen del Mesías.
Muy bueno, Javier
Un abrazo
Muy grande este relato que corre por el mundo con su verdad a cuestas.
ResponderEliminarAbrazos
Bárbaro!! Original es poco.
ResponderEliminarMi enhorabuena.
Bss
Saludos Javier.
ResponderEliminarFelizmente hoy tengo a Google que me ayuda a seguirte: recorrí la tipografía italiana y cruce mares,y medite en cada una de las cinco estaciones hasta encontrarme como aquella piadosa mujer... estos son los valores añadidos a los literaros que tienen tus relatos. Enhora buena!
Abrazos desde el sur.
Genial, Ximens, fina ironía la tuya, eres un hacha! Besotes
ResponderEliminarHola Javier!!!!
ResponderEliminarLa gran Verdad de las verdades!!!!! Con una gran originalidad y dramatismo, nos dejas atónitos con un Papa, pidiendo perdón por todo el daño causado. Excelente, Javier!!!!
Un abrazo!!!
Qué buen giro y final espléndido
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