(Ilustración tomada del blog La Nave de los locos, alterada con una la fotografía mía)
Fernando Valls está publicando una serie de crónicas de viajes realizadas por los lectores de su blog La Nave de Los Locos, todos ellos escritores a su vez. Le agradezco sinceramente que me haya dejado subirme a su Nave con una breve crónica de lo que sentimos Saly y yo al encontrarnos, a principios de julio, en un escenario histórico. Me siento grumete. Si queréis leerla, poned el ancla aquí.
Al dormitorio en penumbra de los niños llegan frases agrietadas, palabras aserradas por manos que recogen las migas de pan sobre el hule de la mesa. — ¿Por qué discuten? — No discuten, hablan. — Pero papá dice que se tiene que marchar y que se lleva a los mayores. — Es porque aquí no hay trabajo. — Pero mamá dice que Dios proveerá. — Sí, aunque no se sabe cuándo. — Entonces, ¿tú serás el que tengas que cuidar de mamá y de mí? — Duérmete y no te preocupes.